Las irregularidades de la administración de Sergio Baños Rubio siguen generando escándalo en Pachuca. El alcalde Jorge Reyes Hernández enfrenta críticas por su aparente inacción frente a casos que involucran millones de pesos y prácticas irregulares. Ciudadanos y líderes políticos se preguntan si su gobierno protege a Baños más que buscar justicia.
Demoras y argumentos que generan desconfianza
En marzo, Reyes Hernández intentó deslindarse al afirmar que ni él ni el Cabildo conocían las denuncias presentadas por la regidora Nadya Reyna Camacho. Aseguró que esperaban reunir pruebas suficientes para presentar un caso “bien armado”. Sin embargo, las evidencias ya estaban sobre la mesa: pagos a “aviadores”, gastos sin comprobar, transferencias irregulares a personal eventual y contratos de propaganda millonarios sin documentación.

Entre las irregularidades detectadas se encuentran:
- Pagos a personal ficticio o sin funciones claras.
- Cenas por 5 millones de pesos sin facturas ni justificación.
- Remuneraciones a personal adscrito a regidores sin respaldo documental.
- Pagos a medios para difusión de la imagen política del expresidente municipal.
- Incremento patrimonial inexplicable de colaboradores cercanos.
El efecto en la percepción ciudadana
El silencio de Reyes Hernández ha deteriorado la confianza en su gestión. La Contraloría municipal asegura que “trabaja en reunir documentos”, pero la demora favorece al presunto responsable y aumenta la percepción de complicidad. Diversos líderes locales aseguran que Baños debería enfrentar la cárcel y critican al alcalde por no actuar con firmeza.
En Pachuca, la falta de acciones concretas erosiona la credibilidad del gobierno y pone en duda las promesas de transparencia. La ciudadanía observa con atención cada movimiento de Jorge Reyes Hernández, preguntándose si su prudencia responde a miedo, estrategia política o compromisos adquiridos con su antecesor.