El gobierno de Hidalgo destinó 172 millones de pesos a la construcción de vivienda social, un programa que ha logrado beneficiar a 6,714 personas que enfrentan condiciones de vulnerabilidad. La iniciativa se enfocó en la edificación de cuartos dormitorios que buscan reducir el hacinamiento y ofrecer un espacio digno y accesible a familias que no cuentan con acceso a una vivienda propia.
Vivienda social en Hidalgo: Una solución para quienes más lo necesitan
El proyecto se dirige a un público amplio, compuesto por familias de bajos recursos, madres solteras, adultos mayores, trabajadores informales y jóvenes que carecen de acceso a créditos bancarios. También incluye a personas que habitan en zonas con rezago habitacional, donde la falta de vivienda adecuada representa un problema crítico.
Esta estrategia va más allá de construir espacios; pretende brindar seguridad patrimonial y mejorar la calidad de vida de los beneficiarios. Al tener una vivienda propia, estas personas obtienen un entorno estable que favorece su bienestar físico y emocional.

Impacto social y desarrollo comunitario
La inversión realizada busca no solo satisfacer una necesidad básica, sino también generar un impacto positivo en las comunidades. Contar con una vivienda digna disminuye el riesgo de problemas asociados al hacinamiento, como enfermedades y conflictos familiares, y abre oportunidades para el desarrollo personal y familiar.
Además, el acceso a un espacio adecuado contribuye a fortalecer el tejido social, al brindar a las familias un lugar seguro donde crecer y desarrollarse. Estas acciones son parte de una política pública que reconoce la vivienda como un derecho fundamental y un pilar para el progreso social.