El gobierno de Hidalgo, liderado por Julio Menchaca, continúa reforzando su política social con una estrategia centrada en la inclusión y el bienestar de las personas con discapacidad. A través del Programa de Inclusión para las Personas con Discapacidad, la administración estatal entregó 888 apoyos funcionales directos. Además, otorgó la Pensión para el Bienestar a 10,957 personas con discapacidad permanente.
Hidalgo: Recursos para transformar vidas de personas con discapacidad
Con una inversión superior a los 191 millones de pesos, esta política pública está transformando la vida de miles de hidalguenses. Los apoyos funcionales incluyen herramientas esenciales como sillas de ruedas, bastones y andaderas. A parte de eso, otros dispositivos que permiten mejorar la movilidad, la independencia y la calidad de vida de quienes los reciben.
Además, la pensión mensual representa un respaldo económico para las familias cuidadoras, muchas veces en situación de vulnerabilidad.
Enfoque territorial y humano
El programa se dirige especialmente a personas con discapacidad motriz o sensorial, y contempla también a sus familias y comunidades, sobre todo aquellas que enfrentan limitado acceso a servicios médicos. Esta visión amplia permite que el impacto del programa no solo beneficie al individuo, sino que fortalezca también las redes de apoyo cercanas y contribuya a reducir la desigualdad en regiones alejadas o marginadas.

Más allá de los números: una política con rostro humano
Detrás de cada apoyo entregado hay una historia de esfuerzo, resiliencia y transformación. La estrategia no se limita a la entrega de recursos; busca garantizar derechos, dignidad y oportunidades para un sector históricamente invisibilizado. El gobernador Julio Menchaca ha reiterado que su administración trabaja bajo el lema “Hidalgo, tierra de oportunidades”, y en este caso, esas oportunidades llegan directamente a quienes más lo necesitan.
Compromiso con el bienestar y la justicia social
Las acciones implementadas en materia de discapacidad confirman el compromiso del gobierno estatal con la justicia social y la igualdad de condiciones. A través de este programa, Hidalgo avanza hacia un modelo de desarrollo más inclusivo, donde todas las personas, sin importar sus condiciones físicas o sensoriales, puedan ejercer su derecho a una vida plena y digna.