Mientras decenas de familias perdieron sus pertenencias y varios negocios quedaron anegados por el desbordamiento del arroyo Pallares, el alcalde de Ixmiquilpan, Emanuel Hernández, se aventó la puntada de minimizar las inundaciones, como si fuera cualquier llovizna. La realidad es otra: calles convertidas en ríos, viviendas afectadas y una autoridad local más ocupada en la foto que en dar resultados. La falta de obras de prevención, limpieza de cauces y una mínima planeación salieron a flote —literalmente— y dejaron claro que la gestión municipal hace agua por todos lados. ¿Cuántas emergencias más necesitan para despertar?
Hace unas horas se reportó el envenenamiento masivo de perros en El Huixmí. Vecinos y colectivos animalistas exigen tanto a la Procuraduría de Justicia de Francisco Fernández Hasbún, como a la SSPH de Salvador Neri Cruz, no solo declaraciones bonitas, si no investigar a fondo, y aclarar esta triste acción que califican de “abandono con olor a venganza”.
Y hablando de temas de seguridad, fue encontrado sin vida el cuerpo de un adolescente en un pozo de riego en Tulancingo. El hallazgo, del que se informó pasadas el medio día, ha generado muchas críticas y protestas ciudadanas y además un clamor por acción inmediata. Nuevamente la presidenta municipal parece rebasada.