La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha encendido las alarmas internacionales tras el hallazgo de una nueva variante del virus SARS-CoV-2, responsable del COVID-19. La cepa, identificada como NB.1.8.1, ha comenzado a ganar terreno en países como China, Estados Unidos y Australia, donde ya representa hasta el 11% de los casos secuenciados recientemente.
Aunque México no ha reportado un aumento significativo de contagios, las autoridades han elevado el nivel de vigilancia epidemiológica, considerando la velocidad con la que esta variante se está propagando a nivel mundial.
¿Qué se sabe de la variante NB.1.8.1?
Según datos compartidos por la OMS y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, NB.1.8.1 presenta una alta capacidad de transmisión y podría mostrar cierto grado de evasión inmunitaria, lo que significa que incluso personas previamente infectadas o vacunadas podrían ser susceptibles.
Los síntomas más comunes registrados hasta el momento incluyen:
- Fiebre
- Tos
- Dolor de garganta
- Fatiga
- Congestión nasal
En algunos pacientes también se han identificado síntomas gastrointestinales y una duración prolongada del malestar, lo cual ha motivado a las autoridades sanitarias a reforzar las medidas de protección, especialmente en grupos vulnerables, como adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
México refuerza su vigilancia, aunque sin repunte
Aunque en México no se ha declarado una emergencia ni se han reportado brotes ligados a esta variante, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica se mantiene en alerta. La experiencia acumulada desde el inicio de la pandemia ha permitido establecer protocolos de detección oportuna, y se monitorean activamente los casos sospechosos en todo el territorio nacional.
Fuentes de la Secretaría de Salud han indicado que la posibilidad de que NB.1.8.1 llegue al país es alta, debido al volumen de tránsito internacional. Por ello, las autoridades hacen un llamado a la población a mantenerse informada y retomar algunas medidas de prevención.
¿Qué recomienda la OMS y qué podemos hacer?
Aunque muchas restricciones relacionadas con el COVID-19 han sido levantadas desde 2023, la OMS y los organismos de salud nacionales recomiendan retomar ciertas prácticas básicas de protección, sobre todo en espacios cerrados o con poca ventilación.
Las recomendaciones incluyen:
- Uso de cubrebocas en lugares cerrados o con alta afluencia de personas
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón o uso de gel antibacterial
- Ventilación adecuada de espacios interiores
- Vacunación actualizada, especialmente para adultos mayores y personas con comorbilidades
El surgimiento de nuevas variantes como NB.1.8.1 confirma que el COVID-19 no ha desaparecido, sino que ha entrado en una fase de vigilancia continua. Las instituciones de salud hacen un llamado a la responsabilidad social para evitar una nueva ola de contagios, particularmente en un momento en que muchos países han relajado sus medidas de control.
