Las autoridades sanitarias de Hidalgo han encendido las alarmas tras confirmar 35 casos de tosferina en lo que va del año, con un preocupante patrón de contagio que afecta principalmente a mujeres (24 casos) frente a 11 en hombres. Tizayuca emerge como el municipio más afectado con 11 contagios, seguido por Atitalaquia y Tula de Allende.
La bacteria Bordetella pertussis, causante de esta enfermedad, se propaga con facilidad a través de las vías respiratorias. Los síntomas incluyen una tos violenta y persistente que puede durar semanas, siendo especialmente peligrosa para bebés no vacunados. Lo más alarmante es que la infección se ha detectado en 11 municipios diferentes, incluyendo zonas como Pachuca, Tulancingo y el Valle del Mezquital.
Ante esta situación, la Secretaría de Salud ha lanzado un llamado urgente a padres y madres para verificar los esquemas de vacunación de sus hijos. La vacuna pentavalente, que incluye protección contra la tosferina, se aplica de forma gratuita en centros de salud. Las autoridades insisten en que la prevención es la única herramienta efectiva contra este mal que resurge periódicamente.
Este brote pone en evidencia la importancia de mantener altas coberturas de vacunación. Con la temporada de lluvias en puerta, cuando las enfermedades respiratorias suelen incrementarse, el riesgo de que los casos se multipliquen es real y preocupante.
¿Por qué está resurgiendo la tosferina en Hidalgo?
- Población vulnerable: 68% de casos son mujeres, bebés no vacunados en mayor riesgo y adultos pueden ser portadores asintomáticos
- Municipios críticos:
- Tizayuca: 11 casos
- Atitalaquia: 6 casos
- Tula de Allende: 5 casos
- Medidas urgentes: Verificar cartilla de vacunación, aislamiento de casos confirmados y lavado frecuente de manos.
- Datos clave:
- Vacuna disponible en centros de salud
- Bacteria altamente contagiosa
- Puede causar neumonía en menores de 1 año
Las autoridades sanitarias mantienen vigilancia epidemiológica estrecha, pero el verdadero escudo contra esta enfermedad está en las manos de cada familia. Vacunar a los niños no es solo un acto de protección individual, sino una responsabilidad colectiva para cortar cadenas de contagio.