La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) rescató a dos oseznos de oso negro el pasado 5 de mayo durante una inspección en el municipio de Madera, Chihuahua, en plena zona de un incendio forestal. La tragedia cobró la vida de su madre, pero los cachorros lograron sobrevivir. Actualmente, están en proceso de rehabilitación con el objetivo de reintegrarlos a su hábitat natural.
Del fuego a la esperanza
Los oseznos, de apenas dos a tres meses de edad, pesaban entre cuatro y cinco kilogramos cuando fueron encontrados. Inicialmente, la Profepa los trasladó al Zoológico de Aldama, donde recibieron atención temporal. En ese momento, la institución no había definido si permanecerían allí de manera definitiva. Sin embargo, la situación cambió el 13 de mayo, cuando la Profepa anunció que enviaría a los dos pequeños a la Fundación Invictus, en Pachuca, Hidalgo, un espacio especializado en el cuidado y preparación de fauna silvestre para su regreso a la naturaleza.
Antes de llegar a su nuevo destino, el Centro Recreativo y Zoológico San Jorge, en Ciudad Juárez, albergó a los oseznos durante la mañana del 13 de mayo. Posteriormente, los trasladaron a la Ciudad de México para continuar su trayecto hacia Hidalgo.
Preparación para volver a la Sierra Madre
Ya en camino a la Fundación Invictus, los oseznos iniciaron una nueva etapa: la rehabilitación intensiva. Ahí, los cuidadores evitarán al máximo el contacto humano. El personal no les dará biberón y los vigilará permanentemente mediante un sistema de circuito cerrado con cámaras 4K, disponible las 24 horas. Estas medidas buscan preservar sus instintos naturales y aumentar sus posibilidades de sobrevivir cuando regresen a su entorno original.
La meta es clara: que los oseznos puedan volver al bosque en la Sierra Madre Occidental, donde su presencia será clave para la repoblación del oso negro, una especie en peligro de extinción. Este rescate y seguimiento no solo representan una acción de emergencia, sino también un esfuerzo coordinado de conservación ambiental, liderado por la Profepa y apoyado por distintas instituciones.
Gracias a la intervención oportuna y al compromiso por preservar la vida silvestre, estos oseznos tienen una nueva oportunidad de sobrevivir y cumplir un papel vital en la restauración de su especie.