Una nueva fuga de hidrocarburo en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) activó una fuerte movilización de cuerpos de emergencia este jueves en la comunidad de Conejos, en el municipio de Atotonilco de Tula.
¿Qué sucedió?
La tarde del jueves, vecinos del lugar detectaron un fuerte olor a hidrocarburo en el aire y presenciaron la fuga del combustible. La presión del ducto formó una columna de combustible que alcanzó más de 20 metros de altura.
El combustible cayó sobre techos, calles e incluso alcanzó animales y personas que transitaban por la zona. Personal de Seguridad Física de Pemex y de Protección Civil se movilizaron rápidamente para contener la situación.
Las autoridades acordonaron el área e iniciaron maniobras para detener la fuga y resguardar a la población afectada.
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Evacuaciones y daños materiales tras la fuga de hidrocarburo
Como parte de las labores de contención, evacuaron al menos 20 viviendas cercanas como medida preventiva dada la magnitud del derrame y el riesgo para la población.
Ocho de las veinte casas evacuadas presentaron daños significativos en techos, patios y áreas interiores debido a la caída del hidrocarburo sobre estas.
Los cuerpos de emergencia pidieron a la población mantenerse fuera de la zona hasta que el riesgo disminuya. El persistente olor a combustible representa un potencial riesgo para la salud.
Segunda fuga en menos de 48 horas
Este derrame es la segunda fuga de hidrocarburo registrada en menos de 48 horas en la misma comunidad. El pasado martes 9 de diciembre, otro escape de combustible en un punto cercano provocó el cierre temporal de la carretera Tula–Jorobas.
Las autoridades investigan el origen de la fuga más reciente. Aunque aún no se ha confirmado oficialmente, algunos reportes señalan que una toma clandestina podría haber provocado la ruptura del ducto debido a la presión interna del hidrocarburo.
Desde enero hasta septiembre de este año, las autoridades de seguridad han detectado casi dos mil tomas clandestinas en los ductos de Pemex en distintas zonas de Hidalgo, según reportes de organismos locales.
Estas prácticas irregulares han generado riesgos ambientales y de seguridad en múltiples comunidades, evidenciando la persistencia del problema en la región.
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Respuesta institucional y vigilancia continua ante la fugar del hidrocarburo
En respuesta a la fuga del hidrocarburo, autoridades estatales, municipales y federales mantienen presencia en la zona para supervisar las labores de contención y asegurar que no se repitan derrames similares.
La prioridad es proteger la integridad de las familias y evitar daños mayores en el entorno, así como avanzar en las investigaciones sobre las causas reales del incidente y aplicar las medidas correspondientes.