El Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tulancingo atraviesa una de las crisis más graves de los últimos años, tras reportar cuatro muertes en un lapso de 35 días, incluyendo el fallecimiento de un menor de un año y medio, hijo de una interna, y el de Marcos Hernández Morales, director del penal.
La situación ha generado preocupación entre familiares de reclusos, autoridades estatales y organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes exigen una investigación profunda sobre las condiciones de vida, atención médica y vigilancia dentro del penal.
Cronología de los fallecimientos en el Cereso de Tulancingo
La serie de muertes se concentró principalmente durante septiembre y principios de octubre:
- 4 de septiembre: Un interno de 55 años perdió la vida en el área de visita conyugal. La causa exacta de su fallecimiento aún no ha sido determinada por las autoridades.
- 8 de septiembre: El director del Cereso, Marcos Hernández Morales, murió en su dormitorio. La causa se catalogó como “natural”, aunque su muerte sorprendió a trabajadores y reclusos.
- 23 de septiembre: A un interno de 28 años se le encontró ahorcado dentro de su celda. La versión oficial señala que se trató de un suicidio.
- 9 de octubre: Un niño de un año y seis meses, hijo de una interna que vivía con él dentro del penal, falleció tras ser trasladado de urgencia al Hospital General de Tulancingo debido a fiebre alta.
Este último caso ha provocado profunda indignación social, pues versiones internas señalan que en días previos se habría solicitado apoyo médico sin recibir respuesta inmediata, lo que ha generado acusaciones de presunta negligencia penitenciaria.
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Muerte de un menor dentro del Cereso de Tulancingo
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH), la noche del 8 de octubre la madre del menor alertó a las custodias sobre el estado de salud de su hijo, quien presentaba temperatura alta. Al niño lo trasladaron de inmediato al Hospital General de Tulancingo, donde falleció horas después.
Sin embargo, fuentes internas del penal aseguran que los llamados de auxilio para atender al pequeño comenzaron días antes, pero que las custodias habrían hecho caso omiso, lo que avivó las denuncias de falta de protocolos médicos oportunos.
La SSPH informó que se han abierto las diligencias ministeriales y una carpeta de investigación para esclarecer lo ocurrido. Además, aseguraron estar colaborando con las autoridades competentes para determinar responsabilidades.
Preocupación por presunto uso de drogas dentro del penal
Paralelamente a los fallecimientos, circulan reportes no oficiales sobre el presunto consumo de sustancias ilícitas dentro del Cereso de Tulancingo, lo que incrementa la preocupación sobre el nivel de control y supervisión al interior del penal.
Estas versiones, aún no confirmadas oficialmente, apuntan a que la vigilancia ha disminuido en los últimos meses, facilitando el ingreso y consumo de drogas por parte de la población interna. Esto podría convertirse en otro eje de investigación dentro de la crisis penitenciaria actual.
Nueva dirección enfrenta escenario crítico
Tras el fallecimiento del director, Silvia Guerrero Caballero asumió la dirección del Cereso de Tulancingo. Ahora deberá enfrentar el reto de esclarecer las muertes recientes y atender las denuncias por deficiencias en el sistema penitenciario, incluyendo los temas de salud, seguridad y control interno.
Organismos locales de derechos humanos han señalado que la situación refleja una crisis estructural en el sistema penitenciario hidalguense, que requiere acciones urgentes para garantizar la seguridad y los derechos fundamentales de las personas privadas de la libertad y de sus familiares.
