La educación debería ser un derecho garantizado para todos los jóvenes, sin importar su lugar de origen o situación económica. Sin embargo, en Mineral de la Reforma, los estudiantes del albergue Casa del Estudiante “Insurgente Julián Villagrán” enfrentan condiciones deplorables que evidencian la falta de compromiso del presidente municipal, Eduardo Medécigo, con la educación en su municipio.
Albergue estudiantil en ruinas: Estudiantes foráneos en condiciones insostenibles
El albergue estudiantil en Mineral de la Reforma alberga a estudiantes provenientes de pueblos como Mixquiahuala, Ixmiquilpan, Durango Daboxtha, Cuautepec, Tizayuca, Zacualtipán, así como de otros estados como Veracruz, Oaxaca y el Estado de México. Todos ellos comparten la misma constante: la falta de recursos para costear un lugar digno donde vivir y estudiar.
Muchos estudiantes dependen del albergue por necesidad, enfrentando diariamente la escasez de dinero para alimentos y materiales escolares. Algunos incluso deben trabajar mientras estudian para solventar sus gastos. Sin embargo, el estado del albergue es deplorable: filtraciones de agua, techos en mal estado, paredes que dejan pasar la lluvia, y pérdida de libros y materiales debido a las inundaciones. Estas condiciones no solo afectan la salud de los estudiantes, sino que ponen en riesgo su rendimiento académico.
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Eduardo Medécigo y la paradoja de la educación: Un nombramiento sin acción
A pesar de estas condiciones, Eduardo Medécigo, presidente municipal de Mineral de la Reforma, fue nombrado Secretario Ejecutivo de la Red de Ciudades del Aprendizaje en México, un reconocimiento que debería reflejar compromiso con la educación. Sin embargo, los hechos muestran otra realidad.
Medécigo anunció que Mineral de la Reforma había ingresado a la Red Mundial de Ciudades del Aprendizaje de la UNESCO México, lo que, según él, permitiría acceder a fondos extraordinarios del Banco Interamericano de Desarrollo. La pregunta que surge es clara: ¿Dónde están esos recursos? Hasta ahora, no se ha destinado inversión para el albergue estudiantil, ni para los bachilleratos de las colonias del municipio.
Educación inclusiva y sostenible: un discurso vacío
El contraste entre el nombramiento de Medécigo y la situación del albergue evidencia la hipocresía en la gestión educativa del municipio. ¿De qué sirve hablar de educación inclusiva, sostenible y participativa si los estudiantes carecen de lo más básico para estudiar y vivir dignamente?
Este nombramiento como Secretario Ejecutivo se percibe más como un título de adorno que como un compromiso real con la educación. Si en Mineral de la Reforma se ignoran las necesidades más urgentes de los estudiantes, queda la incertidumbre sobre cómo será la educación a nivel nacional bajo su influencia en la Red de Ciudades del Aprendizaje.