Habitantes de la zona sur del fraccionamiento La Providencia, en Mineral de la Reforma, exigieron la intervención urgente de la Comisión de Agua y Alcantarillado de Servicios Intermunicipales (CAASIM) ante un taponamiento en el drenaje que ha provocado la emanación de aguas negras durante más de mes y medio, sin que las autoridades municipales ni el organismo respondan de forma efectiva.
Aguas negras invaden calles y viviendas de La Providencia
El punto más afectado se localiza entre la calle San Basilio y la Avenida de las Santas, donde las aguas residuales se han extendido a cuatro calles aledañas, llegando incluso a invadir parcialmente varias viviendas.
Los vecinos relataron que el problema se ha vuelto insostenible y representa un foco de infección, especialmente para niños y personas mayores.
“Ya no aguantamos el olor ni la suciedad. Hicimos varios reportes a CAASIM y al ayuntamiento, pero nadie nos da respuesta”, denunciaron habitantes del sector.
El agua contaminada también se ha filtrado entre los baches del pavimento, agravando su deterioro y dificultando el tránsito vehicular y peatonal en una zona donde circulan rutas de transporte público.
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Falta de mantenimiento y abandono municipal
Los vecinos acusan al alcalde Eduardo Medécigo de falta de respuesta y abandono hacia las colonias del municipio. A pesar de que La Providencia es una de las zonas más pobladas y con mayor recaudación de predial, sus habitantes denuncian que no reciben servicios básicos en condiciones dignas.
“Parece que al presidente municipal solo le importa la imagen, no las necesidades reales de la gente. Llevamos más de un mes reportando el problema y no hay solución”, comentó una vecina de la zona afectada.
El estancamiento de aguas negras no solo genera malos olores, sino también la proliferación de mosquitos y fauna nociva, lo que podría desencadenar problemas de salud pública si no se atiende a tiempo.
Vecinos reportan que CAASIM ignora denuncias
De acuerdo con los testimonios, los reportes fueron ingresados desde hace más de seis semanas ante CAASIM, pero hasta ahora no se ha enviado personal a resolver el problema.
Paradójicamente, hace tres semanas el organismo acudió a reparar una fuga de agua potable sobre las calles Santa Irma y San Basilio, pero no atendió la obstrucción del drenaje, que se ha convertido en una nueva fuente de contaminación.
Zona baja y falta de limpieza agravan el problema
Además, La Providencia se encuentra en una zona baja, lo que provoca que la basura, el lodo y la maleza que bajan desde las partes altas terminen acumulándose en las coladeras. Este descuidado manejo de residuos y la ausencia de mantenimiento preventivo por parte del ayuntamiento de Eduardo Medécigo han contribuido al colapso del sistema pluvial y sanitario.
Durante la temporada de lluvias, la situación se agrava: el agua no puede fluir y se estanca durante horas o incluso días, generando encharcamientos, malos olores y riesgo de inundaciones.
Lo que inició como un simple taponamiento en una coladera hoy se ha convertido en un problema sanitario y urbano mayor, que pone en evidencia la falta de coordinación entre el municipio y CAASIM, así como la ineficiencia de la administración de Eduardo Medécigo.