El Día de Muertos 2025 pasó con más pena que gloria en Mineral de la Reforma, donde las actividades organizadas por el ayuntamiento encabezado por el alcalde Eduardo Medécigo dejaron mucho que desear. Lejos del colorido y la tradición que caracterizan a esta emblemática fecha mexicana, la celebración fue mínima, con una ofrenda modesta, escasa participación y ausencia de eventos culturales relevantes.
Mientras otros municipios hidalguenses apostaron por rescatar las tradiciones con altares monumentales, recorridos, concursos y espectáculos, en Mineral de la Reforma la creatividad brilló por su ausencia.
Una ofrenda simbólica y poco esfuerzo en la organización
El único intento visible por conmemorar el Día de Muertos fue la colocación de una pequeña ofrenda en el callejón del Papalote, acompañada por unas cuantas calaveritas en la Plaza de la Justicia. La falta de decoración, iluminación y ambientación tradicional generó críticas entre los asistentes, quienes esperaban más de una administración municipal que en años anteriores había mostrado mayor compromiso con la cultura.
“Parecía que lo hicieron por cumplir”, comentaron vecinos que visitaron la zona y notaron la escasa inversión y el desinterés de las autoridades.
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Tamales y dulces: El intento por aparentar entusiasmo
Para compensar la falta de atractivo, el equipo del alcalde Eduardo Medécigo optó por repartir algunas vaporeras de tamales en el panteón municipal, una acción que se sintió más como un gesto improvisado que como parte de una verdadera celebración.
Además, al personal de Protección Civil se le vio dando vueltas por las calles repartiendo dulces a los transeúntes, en un intento por “dar ambiente” a la festividad. Sin embargo, la estrategia fue percibida como un intento forzado por aparentar entusiasmo, más que una acción organizada o significativa para la comunidad.
Comparaciones inevitables con Pachuca
Las críticas hacia la gestión cultural del alcalde Eduardo Medécigo se acentuaron al comparar el festejo con el de la capital hidalguense, Pachuca, donde el ayuntamiento organizó un mega altar monumental, presentaciones artísticas, desfiles y actividades culturales que atrajeron a cientos de visitantes.
La diferencia fue tan evidente que muchos ciudadanos de Mineral de la Reforma prefirieron trasladarse a Pachuca para disfrutar del ambiente festivo, dejando vacías las áreas destinadas al evento local.
Con ello, Mineral de la Reforma quedó rezagado en la promoción cultural y turística que suele acompañar esta fecha, desaprovechando una oportunidad clave para fortalecer la identidad y el sentido de comunidad.
El bajo nivel de participación y la pobre organización evidencian una falta de planeación y sensibilidad cultural por parte del gobierno municipal que encabeza Eduardo Medécigo. En lugar de promover la tradición, el evento se percibió como una actividad improvisada y sin alma, que no reflejó el espíritu del Día de Muertos en Hidalgo.