Una imagen estremecedora sacudió al mundo este lunes cuando una fuerte explosión interrumpió una transmisión en vivo del canal estatal IRIB en Teherán. La escena, que parecía sacada de una película de guerra, quedó registrada ante millones de televidentes: en cuestión de segundos, humo, polvo y confusión invadieron el set del noticiero mientras la presentadora Sahar Emami salía precipitadamente del cuadro. El blanco: el edificio de la televisora estatal de la República Islámica, en un ataque aéreo atribuido al gobierno de Israel.
El bombardeo, ejecutado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), golpeó el Distrito 3 de Teherán, una zona previamente identificada como estratégica. Según confirmó el ministro de Defensa israelí, el ataque fue dirigido al IRIB bajo el argumento de que operaba como un “centro de comunicaciones utilizado con fines militares” por el régimen iraní. La televisión estatal era, de acuerdo con Israel, una herramienta propagandística y de coordinación en operaciones del aparato militar iraní.
Un set convertido en zona de guerra
El momento quedó grabado en video y se ha viralizado en redes sociales. La periodista Sahar Emami, reconocida conductora del noticiero de mediodía se encontraba dando paso a una nota cuando un estallido ensordecedor retumbó. La cámara tembló, las luces parpadearon y una nube espesa de humo invadió el estudio. La emisión fue suspendida de inmediato, mientras empleados del canal evacuaban el edificio.
El costo humano: 18 muertos y una tensión al borde del colapso
El gobierno iraní confirmó la muerte de 18 trabajadores del canal IRIB, entre ellos técnicos, camarógrafos y personal de redacción. El número exacto de heridos permanece desconocido, aunque se presume que varios empleados fueron trasladados en estado grave a hospitales cercanos.
Este hecho se suma a una ola de ataques aéreos por parte de Israel en las últimas semanas, que ya han dejado más de 220 muertos y más de 1,200 heridos en diversas regiones de Irán. Las víctimas incluyen altos mandos militares y científicos vinculados al desarrollo nuclear iraní, aumentando las alarmas internacionales por una posible escalada bélica de gran alcance.
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Una transmisión convertida en símbolo
Según reportes locales, el personal de IRIB sabía que el edificio podría ser atacado. Aun así, decidieron seguir operando como un acto de resistencia simbólica, según palabras de un productor del canal que sobrevivió al bombardeo.
“Sabíamos que estábamos en la mira, pero queríamos mostrar que no nos rendimos”, declaró bajo anonimato.
La figura de Emami, saliendo del cuadro segundos antes del impacto, se ha vuelto un símbolo de la vulnerabilidad civil en medio del conflicto. Muchos medios internacionales han comparado las imágenes con momentos históricos de guerra registrados en televisión, subrayando la crudeza del ataque.
La respuesta de Irán y el riesgo de un conflicto regional
El régimen iraní, que aún no ha emitido una represalia directa tras el ataque, ha ordenado la evacuación de zonas sensibles en Teherán, Isfahán y otras ciudades estratégicas. Voceros del gobierno han calificado el ataque como “una agresión directa contra la soberanía iraní” y han prometido una respuesta “contundente y estratégica”.
A nivel global, gobiernos y organismos internacionales han expresado su preocupación ante el riesgo de una guerra regional. Las Naciones Unidas convocaron a una sesión urgente del Consejo de Seguridad, mientras países como Rusia, China y Alemania han llamado a la “máxima contención” entre ambas naciones.