Un estudio ambiental reveló que siete municipios presentan un alto grado de erosión y desertificación en Tlaxcala. La condición sobresale por su baja sostenibilidad para dejar que los cultivos crezcan en una zona en particular.
Se trata de los siguientes poblados ubicados en la zona poniente del estado:
- Panotla
- Españita
- Ixtacuixtla
- Xaltocan
- Totolac
- Tepetitla de Lardizábal
- Hueyotlipan
La degradación del suelo en estas regiones se relaciona con la falta de lluvias, el avance de plagas forestales y la carencia de trabajos de saneamiento y reforestación.
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Falta de agua y abandono del suelo
Uno de los factores críticos que profundiza la erosión y desertificación en Tlaxcala es la escasez de agua para riego agrícola. Muchos productores no cuentan con infraestructura para almacenar el líquido, lo que impide atender los cultivos durante la temporada seca. Esta situación no solo afecta la producción del campo, sino que deja expuestos los suelos a un desgaste acelerado.
De acuerdo con el Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo del IPN, el 90 % del suelo tlaxcalteca presenta algún grado de erosión, lo que representa un riesgo ambiental para las futuras generaciones.
México también enfrenta erosión a nivel nacional
Desde la esfera nacional, el 76 % del territorio mexicano presenta algún nivel de erosión o desertificación. De esta superficie, el 6.79 % está en un estado extremo, 5.79 % fuerte, 26.37 % moderado y 37.06 % leve. A pesar de estos datos, la inversión pública en protección ambiental sigue siendo baja. Actualmente, solo el 0.1 % del Producto Interno Bruto se destina a este rubro.
Aunque en 2024 se decretaron 20 nuevas Áreas Naturales Protegidas, sumando un total de 232 previstas para 2025, este esfuerzo no se refleja en el presupuesto, lo que limita acciones para restaurar los ecosistemas más afectados.
Desertificación: una amenaza global
Finalmente, la erosión y desertificación en Tlaxcala forman parte de un fenómeno global que afecta a millones de personas. La pérdida de suelo fértil, la deforestación, la salinización y la sobreexplotación de acuíferos son algunas de sus consecuencias.
Para generar conciencia sobre esta problemática, cada 17 de junio se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, una fecha impulsada por
