Veintiún años después, Tlaxcala volvió a pisar los campos nacionales de beisbol. Esta vez no como recuerdo, sino como realidad. Un grupo de 17 jóvenes entre 15 y 16 años llegó a Jalisco para representar al estado en la Olimpiada Nacional Conade 2025. Con guantes en mano y determinación en el rostro, buscan más que competir. Quieren dejar huella.
El equipo no surgió de la nada. Detrás hay entrenamientos exigentes, juegos amistosos, derrotas que enseñan y victorias que fortalecen. También hay familias, entrenadores certificados y un respaldo institucional que apostó por revivir una disciplina que llevaba años sin presencia tlaxcalteca en torneos nacionales.
El camino hasta Jalisco empezó mucho antes del primer lanzamiento
Los peloteros provienen de distintos puntos del estado: Cuapiaxtla, Zacatelco, Apizaco, Chiautempan y Tlaxcala capital. Cada uno con una historia distinta, pero unidos por una misma meta: representar a su tierra con orgullo.
Su boleto a la olimpiada no fue casual. En la etapa regional realizada en Veracruz se enfrentaron a selecciones históricas como Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y Baja California. Salieron adelante, con juego limpio y pasión por el deporte. Ese desempeño les abrió la puerta a Jalisco.
Más que un torneo: un nuevo comienzo para el beisbol en Tlaxcala
En su debut nacional, el equipo se midió ante Nayarit. Las siguientes pruebas vendrán contra Michoacán, Tamaulipas y nuevamente Baja California. Pero más allá del marcador, cada juego representa una oportunidad para recuperar espacio y demostrar que Tlaxcala está de vuelta.
El Instituto del Deporte de Tlaxcala (IDET) respaldó este proceso, facilitando el regreso a las grandes ligas juveniles. El beisbol vuelve al estado no como nostalgia, sino como proyecto de presente y futuro.
