Tlaxcala, una de las cunas más antiguas del conocimiento agrícola mesoamericano, logró un reconocimiento histórico. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) incluyó al metepantle tlaxcalteca en su lista de Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM).
Esta distinción coloca al sistema tradicional de cultivo entre los más valiosos del planeta, al lado de otros cinco sitios en países como Brasil, China y España.
Este logro no ocurrió de la noche a la mañana. Agricultores, comunidades nahuas y equipos de investigación trabajaron durante seis años para documentar, fortalecer y presentar el valor del metepantle. También recibieron en múltiples ocasiones la visita de especialistas de la FAO, quienes verificaron el funcionamiento y la riqueza de este modelo agrícola.
Metepantle: Una técnica ancestral que conserva la biodiversidad
El metepantle consiste en crear terrazas sobre las laderas de los cerros para sembrar maíz, frijol y calabaza, además de quelites, plantas medicinales y árboles frutales. Magueyes plantados en los bordes actúan como muros de contención que frenan la erosión y protegen los cultivos del viento.
La tierra se complementa con canales y jagueyes que capturan y distribuyen el agua de forma eficiente. Esta unidad agroecológica mantiene viva una técnica prehispánica que también protege el ecosistema.
Actualmente, este sistema conserva más de 140 especies nativas, incluidas 40 razas de maíz y 30 tipos de verduras comestibles. Gracias a redes de intercambio, ferias de semillas y saberes transmitidos por generaciones, las comunidades preservan esta diversidad desde lo local.
Tlaxcala hacia el futuro desde sus raíces
Este reconocimiento abre nuevas oportunidades para el campo tlaxcalteca. Autoridades estatales y federales planean invertir en la capacitación de agricultores y replicar el sistema en más municipios. También se espera apoyo internacional para fortalecer la resiliencia agrícola frente al cambio climático.