El Gobierno de México propuso un aumento histórico en las tarifas de entrada a museos y zonas arqueológicas para el próximo año, con incrementos que pueden llegar hasta un 223%. Esta medida forma parte del Proyecto del Paquete Económico 2026 y busca generar recursos para el mantenimiento, conservación y restauración del patrimonio cultural del país.
¿Cuánto costarán las entradas después del aumento a museos y zonas arqueológicas?
Los recintos se clasifican en cuatro categorías con precios diferentes:
- Categoría 1: Museos como el Museo Nacional de Antropología, Museo Nacional de Historia y la zona arqueológica de Teotihuacán con museo pasarán de $100 a $209 pesos. A los mexicanos y residentes se les aplicará un 50% de descuento.
- Categoría 2: Museos como el Carrillo Gil, Museo Nacional de San Carlos y Museo Nacional de Arquitectura tendrán un costo de $156.75 pesos, con un aumento del 135%, y descuentos del 45% para nacionales.
- Categoría 3: Espacios como la Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo y el Museo Mural Diego Rivera subirán hasta $143.69 pesos, un aumento del 223%, con descuentos del 45%.
- Nueva categoría para el Tren Maya: Sitios como Chichén Itzá, Uxmal y Dzibilchaltún cobrarán una tarifa de $104 pesos sin descuentos para nadie.
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¿Por qué esta causando debate este aumento en los sitios arqueológicos?
Esta propuesta generó opiniones encontradas: mientras el gobierno asegura que los recursos recaudados serán destinados a cubrir gastos esenciales para cuidar el legado cultural, expertos y visitantes temen que los altos precios desanimen al público, especialmente a quienes buscan disfrutar el patrimonio en planes accesibles.
En 2024, el Museo Nacional de Antropología recibió más de 3.7 millones de visitantes y Chichén Itzá más de 2.2 millones, con un alto porcentaje de turistas nacionales. La subida de tarifas podría cambiar la dinámica de acceso, limitando el disfrute cultural a ciertos sectores.
El aumento en las tarifas a museos y sitios arqueológicos representa un desafío para el acceso de la población al patrimonio cultural mexicano, especialmente para familias y visitantes locales con presupuestos limitados. Aunque los recursos recaudados se destinarán al mantenimiento y conservación, el incremento podría limitar la experiencia cultural a un segmento con mayor capacidad económica.