El repunte de la industria automotriz en México parece imparable. En julio de 2025, la producción nacional alcanzó 309 mil 453 vehículos, superando cualquier cifra registrada en los últimos ocho años y creciendo 2.3% respecto al año anterior. En el acumulado de enero a julio, el país ya supera los 2.3 millones de unidades fabricadas, lo que representa el mejor periodo en la historia reciente del sector, según datos del INEGI.
Las exportaciones también mostraron fortaleza. México logró enviar al extranjero 289 mil 598 vehículos durante el mes, lo que implica un incremento anual del 7.9%. Este desempeño ocurre en un contexto de creciente tensión entre México y Estados Unidos, donde el gobierno estadounidense ha impuesto tarifas a vehículos producidos fuera del marco del T-MEC.

Mientras unos ganan, otros retroceden
La dinámica del mercado muestra claros contrastes. Stellantis, Toyota, GM y Ford lideraron tanto en producción como en exportaciones durante julio. Sus crecimientos individuales oscilan entre 11% y 42%, lo que evidencia que algunas marcas han sabido adaptarse a las nuevas reglas. Sin embargo, otras como Volkswagen, Mercedes-Benz y Honda enfrentan reducciones significativas en su producción acumulada, con caídas de hasta casi 20%.
Por otro lado, la industria de autopartes se enfrenta a una realidad muy distinta. El crecimiento del primer semestre ha sido insuficiente para revertir la tendencia a la baja. De enero a mayo, su valor de producción se redujo en 8.6%, y se estima que la caída anual se mantendrá por debajo del 10%, de acuerdo con la INA. Los aranceles aplicados al acero, cobre y aluminio afectan directamente a los componentes más exportados, encareciendo su producción.
Eric Ramírez, de Urban Science, advierte que el segundo semestre será clave. Las armadoras están manteniendo las ventas de flotilla con descuentos, pero evitan guerras de precios que podrían afectar la rentabilidad del mercado. Solo un incremento en los ingresos de los consumidores podría revertir esa tendencia.