Un equipo de paleontólogos alemanes descubrió un fósil de reptil de 247 millones de años con estructuras similares a plumas en su espalda, un hallazgo que desafía las teorías sobre el origen evolutivo de estas características. El reptil, bautizado como Mirasaura grauvogeli, no está relacionado con las aves, lo que sugiere que las plumas podrían haber evolucionado de forma independiente en distintos grupos de reptiles.
Detalles del descubrimiento
El fósil, encontrado originalmente en 1939 en Francia por el paleontólogo Louis Grauvogel, fue reexaminado recientemente por investigadores del Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart. Lo que inicialmente se creyó era una aleta de pez resultó ser un reptil con una cresta dorsal de láminas rígidas que presentan similitudes con las plumas de las aves, incluyendo la presencia de melanosomas (sacos de pigmento).
- Nombre científico: Mirasaura grauvogeli (“reptil maravilloso”)
- Antigüedad: 247 millones de años (Triásico)
- Estructuras: Láminas rígidas con melanosomas, similares pero no idénticas a plumas
- Parentesco: Linaje distinto al de aves y dinosaurios, separado hace 300 millones de años

LEE TAMBIÉN: La vaquita marina: el último esfuerzo para evitar su extinción
Implicaciones evolutivas
El estudio, publicado en Nature, propone que la capacidad genética para desarrollar estructuras similares a plumas podría haber existido en ancestros comunes de reptiles hace más de 300 millones de años. Esto abre la posibilidad de que otros reptiles antiguos desarrollaran adornos similares aún por descubrir.
Debates científicos
El hallazgo ha generado controversia:
- Stephan Spiekman (autor principal): Sugiere que las láminas del Mirasaura evolucionaron independientemente de las plumas de aves, pero comparten mecanismos genéticos subyacentes.
- Richard Prum (Universidad de Yale): Cuestiona la comparación directa con plumas y plantea que podrían ser estructuras térmicas o de exhibición.
El descubrimiento del Mirasaura grauvogeli replantea la historia evolutiva de las plumas, sugiriendo que estas estructuras pudieron surgir múltiples veces en la naturaleza. Aunque persiste el debate científico, el fósil revela que la piel de los reptiles antiguos tenía una versatilidad subestimada, abriendo nuevas líneas de investigación sobre la diversificación de los vertebrados prehistóricos.