La vaquita marina, especie endémica del Golfo de California, lucha contra la extinción con una población estimada de apenas 6 a 8 ejemplares. Del 3 al 30 de septiembre de 2025, científicos internacionales realizarán una nueva expedición a bordo de los barcos Seahorse y Bob Barker para monitorear a este cetáceo, el más pequeño y amenazado del mundo. Esta iniciativa forma parte de un esfuerzo multinacional que combina tecnología acústica con observación directa para salvaguardar a los últimos sobrevivientes.
Acciones concretas para su conservación
México ha establecido medidas legales y operativas para proteger a la vaquita marina:
- Zona de Tolerancia Cero: Área protegida donde se prohibió toda actividad pesquera
- Monitoreo constante: Uso de hidrófonos y binoculares de alta potencia (Big Eyes)
- Programa de observadores comunitarios: Capacitación de jóvenes locales en técnicas de avistamiento
- Colaboración internacional: Participación de científicos de México, Estados Unidos y Canadá
La expedición 2024 confirmó la presencia de ejemplares adultos y juveniles, incluyendo madres con crías, lo que genera esperanza sobre su posible recuperación. Sin embargo, la amenaza persiste debido a la pesca ilegal de totoaba, cuyo comercio afecta indirectamente a la vaquita.
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Marco legal y desafíos pendientes
La vaquita marina cuenta con protección bajo la NOM-059-SEMARNAT-2010 y convenios internacionales. A pesar de los esfuerzos, su futuro sigue en riesgo por:
- La dificultad para erradicar completamente la pesca ilegal
- El reducido número de ejemplares que limita la diversidad genética
- La necesidad de ampliar las áreas de monitoreo más allá de la Zona de Tolerancia Cero
El próximo crucero de observación, con participación de SEMARNAT, SEMAR y Sea Shepherd, representa una oportunidad crítica para evaluar la efectividad de las medidas implementadas y ajustar las estrategias de conservación.