Este sábado, la Marcha del Orgullo LGBT+ 2025 tomó las calles de la Ciudad de México en una celebración cargada de historia, color, música y, sobre todo, exigencias de justicia y derechos. El evento, también conocido como Pride, reúne a miles de personas que reivindican la libertad de ser, amar y existir sin miedo ni discriminación.
Aunque hoy la marcha se vive como una fiesta llena de banderas arcoíris, carros alegóricos y discursos de inclusión, sus orígenes tienen un trasfondo profundamente político y contestatario. Desde los disturbios de Stonewall en 1969 hasta la primera manifestación en México en 1978, el Pride ha sido, y sigue siendo, una respuesta a la violencia, la invisibilidad y los crímenes de odio.
¿Por qué se celebra el Día del Orgullo LGBT+ el 28 de junio?
La fecha conmemora los disturbios ocurridos en el bar Stonewall Inn, en Nueva York, la madrugada del 28 de junio de 1969. En un contexto donde ser homosexual era ilegal y la persecución policial era cotidiana, una redada más terminó por desatar la indignación: por primera vez, la comunidad decidió resistir. Durante varios días, lesbianas, gays, personas trans y queer enfrentaron a la policía en las calles del barrio de Greenwich Village, marcando el inicio del movimiento moderno por los derechos LGBTTTIQ+.
Un año después, en 1970, se realizó la primera Marcha del Orgullo en Estados Unidos, en ciudades como Nueva York, Chicago y San Francisco. Desde entonces, el evento se replicó y adaptó a las realidades de cada país, convirtiéndose en un símbolo mundial de resistencia y celebración.
¿Cómo comenzó el Pride en México?
En México, la historia del movimiento OrgulloLGBT+ tiene sus propias raíces. La primera manifestación pública vinculada a los derechos de la diversidad sexual se dio el 26 de julio de 1978, cuando un pequeño grupo de alrededor de 30 jóvenes homosexuales se unió a una marcha por el aniversario de la Revolución Cubana para exigir su derecho a existir.
Pero fue en junio de 1979 cuando se realizó la primera Marcha del Orgullo como tal en la Ciudad de México. Partiendo del Ángel de la Independencia, las y los manifestantes caminaron entre consignas como “¡No hay libertad política si no hay libertad sexual!” y “¡Sin libertad sexual no habrá liberación social!”. Aquellos primeros pasos marcaron un antes y un después en la visibilidad y en la lucha por la igualdad.
En palabras históricas recogidas en el Archivo del Gobierno de México:
“Desafiantes y entre adrenalina, carteles y consignas, las y los asistentes avanzaban y, quizá sin saber, con sus pasos escribían un nuevo episodio en la vida pública de nuestro país.”
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Marcha del Orgullo LGBT+ CDMX 2025: Más que una celebración
En pleno 2025, la Marcha del Orgullo en la Ciudad de México es una de las más importantes de América Latina. Decenas de contingentes, conformados por activistas, colectivos, empresas, artistas y sociedad civil, recorrerán Paseo de la Reforma exigiendo el fin de los crímenes de odio, el acceso a la salud integral para personas trans, el reconocimiento legal de identidades no binarias y políticas públicas que erradiquen la discriminación aún presente.
Además de la marcha, este mes de junio ha sido acompañado por festivales culturales, charlas, intervenciones artísticas, ferias de salud y eventos comunitarios en todo el país. Oficinas de gobierno, comercios, escuelas y recintos públicos se han sumado con banderas del arcoíris, reafirmando la necesidad de visibilizar la diversidad sexual en todos los espacios.
¿Por qué sigue siendo importante marchar en 2025?
Aunque se han conseguido avances significativos en materia de derechos LGBT+ en México (como el matrimonio igualitario, las leyes de identidad de género y las reformas contra la discriminación) la violencia sigue siendo una amenaza real. Crímenes de odio, discursos de odio en redes sociales, y la exclusión laboral y médica de personas trans son parte de las denuncias más frecuentes que las organizaciones sociales siguen documentando.
Por eso, marchar sigue siendo urgente. Porque el Pride no es solo un desfile: es un acto de memoria, una herramienta política, una forma de decir “aquí estamos y no volveremos al clóset”.
En esta nueva edición del Pride CDMX 2025, la memoria se mezcla con la celebración. Porque la lucha continúa, y mientras existan personas que sufran discriminación por amar o ser diferentes, cada paso en la marcha será una declaración de dignidad, libertad y resistencia.
