En México, más de la mitad de la población ocupada se encuentra en la informalidad. Frente a este escenario, líderes empresariales expresan su preocupación por una posible reducción de la jornada laboral sin una estrategia clara que acompañe el cambio.
Tanto la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO SERVYTUR) como la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) coindicen en la necesidad de una reforma laboral responsable y diferenciada. Aunque reconocen los beneficios de una jornada más corta, sostienen que aplicar este cambio de manera generalizada y sin apoyo podría poner en riesgo la viabilidad de millones de negocios familiares.
Reducción de la jornada laboral en México: Negocios pequeños, los más vulnerables
Los sectores representados por ambas organizaciones, comercio, servicios, turismo e industria manufacturera, generan el 70% del empleo formal en México. Para muchos de estos negocios, especialmente los más pequeños, recortar las horas de trabajo sin respaldo financiero o técnico implicaría mayores costos, menos capacidad operativa y, en algunos casos, despidos.
Una encuesta nacional realizada por las cámaras reveló que:
- 64% de los empresarios consideran inviable una reducción inmediata de 48 a 40 horas.
- 71.4% anticipa un aumento en los costos operativos.
- 58.85% teme no poder mantener sus niveles de servicio.

Tres pilares para una transición viable
CONCANACO y CANACINTRA proponen una ruta de implementación gradual con base en tres ejes principales:
- Adaptación sectorial y escalonada hasta 2030, considerando el tamaño de las empresas y su ubicación.
- Incentivos a la formalidad, con apoyos fiscales, tecnológicos y financieros que permitan integrar a más negocios al sistema formal.
- Creación de un Observatorio de Transición Laboral, con participación del gobierno, empresarios y trabajadores para monitorear el proceso y ajustar políticas según evidencia.
Compromiso con un cambio que funcione
Las organizaciones reiteran su disposición a colaborar con el congreso para diseñar una reforma laboral que beneficie a todos. Subrayan que no se oponen a la transformación, pero sí piden que esta se construya con base en la realidad operativa de los negocios.
“El trabajo digno no se decreta, se construye”, afirman los representantes empresariales.
Por ello, insisten en que la reducción de jornada laboral en México debe ir acompañada de políticas que fortalezcan la productividad, incentiven el crecimiento de las micro y pequeñas empresas, y aseguren que ningún sector quede fuera del desarrollo nacional.