El caos se apoderó del Metro CDMX esta mañana. Miles de usuarios reportan retrasos, aglomeraciones y tensión en las líneas 8, 9 y A, con esperas de hasta 30 minutos y trenes abarrotados. A pesar de los operativos del STC, la saturación supera la capacidad de respuesta, dejando a los pasajeros en medio de un viacrucis matutino.
En la Línea 9 (Pantitlán-Tacubaya), los andenes de estaciones como Puebla colapsaron desde temprano. El STC envió trenes vacíos para aliviar la demanda, pero usuarios denuncian falta de organización. “Es un descontrol; ni el personal ni la policía pueden manejar tanta gente”, reclama un pasajero en redes sociales.
La terminal Pantitlán vive un escenario crítico: policías usan vallas metálicas para contener a la multitud, lo que ha generado enfrentamientos. Mientras, en la Línea 8, un incidente con una palanca de emergencia en Escuadrón 201 provocó detenciones de 20 minutos. La Línea A no se queda atrás, con retrasos desde las 6:02 a.m. y trenes imposibles de abordar.
¿Por qué el Metro CDMX sigue colapsando en hora pico?
El STC atribuye los retrasos a la “alta afluencia” y a incidentes técnicos, pero usuarios señalan problemas crónicos: falta de mantenimiento, trenes insuficientes y operativos de dosificación ineficaces. “Siempre es lo mismo: prometen mejorar y al día siguiente vuelve el caos”, critican.
- Falta de inversión: El presupuesto para mantenimiento preventivo sigue siendo insuficiente.
- Sobredemanda: Las líneas 8, 9 y A transportan a más del 30% de los usuarios diarios.
- Respuesta lenta: Los protocolos de emergencia no evitan el efecto dominó en otras líneas.
Mientras el STC insiste en que los operativos “priorizan la seguridad”, los usuarios exigen soluciones reales. Hoy, la “limusina naranja” volvió a demostrar que, sin infraestructura robusta y gestión eficiente, los colapsos seguirán siendo el pan de cada día.