Uno de los primeros pasos para vivir esta celebración es montar un altar. Un altar de Día de Muertos es una ofrenda dedicada a los difuntos, y su objetivo es rendir homenaje a los seres queridos fallecidos.
La ofrenda invita a los espíritus a regresar y disfrutar de los alimentos y objetos que apreciaban en vida. Los altares se colocan en casas, cementerios, oficinas y plazas públicas para mantener viva la conexión entre vivos y muertos.
Pasos para hacer un altar de Día de Muertos
1. Elige el lugar adecuado:
Puedes montar el altar en una mesa o en un espacio especial de la casa. Debe estar en una zona visible y tranquila, simbolizando el cielo, la tierra y el inframundo.
2. Coloca la foto del difunto:
La imagen de la persona homenajeada debe ir en la parte superior o central del altar. Si hay varias personas, se pueden añadir varias imágenes, pero siempre en el nivel más alto.
3. Elementos esenciales del altar:
– Sal y mantel blanco: Representan la pureza y purificación del cuerpo del difunto.
– Agua: Para saciar la sed de las almas tras su recorrido.
– Velas: Iluminan el camino de los muertos hacia la ofrenda.
– Calaveritas: Representan la muerte según la tradición mesoamericana.
– Copal e incienso: Limpian el sitio de malos espíritus.
– Flores: Especialmente el cempasúchil, que guía a las almas con su color amarillo.
– Pan de muerto: Simboliza fraternidad hacia los seres queridos fallecidos.
– Papel picado: Representa el aire y da color al altar.
– Comida: Se coloca para alimentar a los muertos que visitan la ofrenda.
Montar un altar es una forma significativa de honrar a nuestros seres queridos y celebrar esta tradición cultural.