El regreso de Jimmy Kimmel Live! marcará este martes uno de los capítulos más tensos en la televisión estadounidense reciente. El programa nocturno de ABC vuelve después de una pausa de casi una semana, impuesta tras los comentarios del conductor sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk. La suspensión abrió un fuerte debate sobre los límites de la comedia y la libertad de expresión en el país.
Disney justifica la pausa, pero abre camino al regreso de Jimmy Kimmel
La compañía Walt Disney, propietaria de ABC, informó que tomó la decisión de detener el programa para evitar que creciera la confrontación política en un momento sensible para Estados Unidos. En un comunicado reconoció que el monólogo de Kimmel incluyó frases “inoportunas e insensibles”, lo que llevó a interrumpir las grabaciones.
Sin embargo, después de varios días de diálogo con el presentador, la empresa consideró que existían las condiciones para retomar la producción.
El origen de la polémica fue un comentario en el que Kimmel criticó al movimiento Make America Great Again (MAGA) por, según él, intentar desvincular al asesino de Kirk de su base política. La reacción fue inmediata.
Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), advirtió que podrían revocar licencias de las filiales de ABC. Al mismo tiempo, Donald Trump celebró la suspensión y pidió que otros comediantes nocturnos fueran retirados del aire.

Reacciones divididas en la industria y en la política
La decisión también encendió a la comunidad artística. Más de 400 celebridades, entre ellas Tom Hanks, Meryl Streep y Jennifer Aniston, firmaron una carta pública en defensa de Kimmel. La Unión Americana de Libertades Civiles acusó a Disney de ceder a la presión política y señaló que el episodio representaba un riesgo para la Primera Enmienda de la Constitución.
La controversia no terminó con el anuncio del regreso. Algunas cadenas afiliadas de ABC, como Sinclair, confirmaron que no transmitirán el programa y lo sustituirán por noticieros locales. Nexstar, otro conglomerado de medios, todavía no define su postura.
Aunque Kimmel aún no ofrece declaraciones formales sobre lo ocurrido, se espera que use su programa para abordar la situación.
La expectativa crece, ya que la emisión podría convertirse en una de las más vistas de su carrera, al reunir a una audiencia que busca tanto su respuesta como el desenlace de un episodio que ha dejado al descubierto las tensiones entre política, medios y libertad de expresión en Estados Unidos.
