El guajolocombo es uno de los desayunos más populares en la Ciudad de México. Consiste en un tamal dentro de un bolillo acompañado de un vaso de atole. Su fama se debe a que es barato, llenador y fácil de conseguir, sobre todo en los puestos callejeros que abundan en las mañanas capitalinas.
Sin embargo, detrás de su sabor y tradición, este desayuno típico esconde un riesgo para la salud si se consume de manera frecuente.
¿Cuántas calorías tiene un guajolocombo?
De acuerdo con datos del Gobierno de México y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), un guajolocombo promedio contiene:
- 1 tamal con carne: 510 kcal
- 1 bolillo: 183 kcal
- 1 vaso de atole con azúcar: 216 kcal
Total: 909 calorías
Esto significa que un solo guajolocombo aporta casi la mitad del requerimiento calórico diario de una persona sedentaria (alrededor de 2,000 calorías). Y todo en una sola comida.
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¿Por qué el guajolocombo puede ser dañino?
El problema no se limita al conteo calórico. El guajolocombo está cargado de:
- Grasas saturadas (principalmente por la manteca del tamal).
- Carbohidratos simples (bolillo y masa del tamal).
- Azúcares añadidos (en el atole).
- Exceso de sodio (en tamales y panes).
Además, es bajo en fibra y pobre en vitaminas y minerales esenciales, lo que lo convierte en una bomba de energía rápida pero sin nutrientes de calidad.
Consumirlo todos los días puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
Enfermedades asociadas al consumo frecuente del guajolocombo
Los nutriólogos advierten que desayunar guajolocombo de forma habitual puede contribuir al desarrollo de:
- Obesidad: por el exceso calórico y la falta de fibra.
- Diabetes tipo 2: debido al consumo de azúcares y harinas refinadas.
- Hipertensión arterial: relacionada con el alto contenido de sodio.
- Colesterol alto: consecuencia de las grasas saturadas de la manteca.
- Síndrome metabólico: combinación de obesidad abdominal, hipertensión y resistencia a la insulina.
Alternativas más saludables para desayunar
No se trata de eliminar por completo el guajolocombo de la dieta, sino de moderar su consumo y buscar opciones más balanceadas para el día a día. Algunas alternativas son:
- Avena con fruta fresca y semillas.
- Huevos con verduras y tortillas de maíz.
- Yogur natural con granola sin azúcar.
- Pan integral con aguacate y huevo.
- Licuado de avena con plátano y leche sin azúcar.
El secreto está en reducir la frecuencia de alimentos altos en grasas y azúcares, e incorporar más fibra, proteína y agua natural en el desayuno.