Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad de México, fue trasladado a la prisión federal ADX Florence en Colorado, Estados Unidos, el mismo centro de máxima seguridad donde cumple condena Joaquín “El Chapo” Guzmán. El cambio se registró en el sistema de la Oficina Federal de Prisiones, aunque las autoridades no han explicado los motivos. García Luna, condenado a 38 años por narcotráfico y crimen organizado, pasará sus próximos años en una de las cárceles más estrictas del país, conocida como el “Alcatraz de las Montañas Rocosas”.
Un destino compartido con los criminales más peligrosos
ADX Florence alberga a 360 reclusos, entre ellos terroristas, asesinos en serie y narcotraficantes de alto perfil. El traslado de García Luna sigue un patrón similar al del Chapo Guzmán: ambos fueron juzgados en la misma corte de Nueva York y sentenciados por el mismo juez, Brian Cogan. Guzmán, condenado a cadena perpetua en 2019, ha denunciado en repetidas ocasiones las condiciones extremas del centro, donde los presos viven en aislamiento casi total.
Las celdas de ADX Florence miden aproximadamente tres metros de largo por dos de ancho. Los reclusos pasan 23 horas al día encerrados, con mobiliario de cemento y contacto humano limitado a las interacciones con los guardias. Según documentos judiciales, el Chapo Guzmán solo tiene derecho a dos llamadas telefónicas de 15 minutos al mes, y sus cartas pueden demorar hasta 10 meses en ser entregadas debido a los controles de seguridad.
Condiciones criticadas por reclusos y defensores
Otros reclusos notorios en ADX Florence incluyen a Zacarías Moussaoui, condenado por su participación en los atentados del 11-S, y Dzhokhar Tsarnaev, autor del atentado en la maratón de Boston. Theodore “Unabomber” Kaczynski murió en esta prisión en 2023 a los 81 años.
El final de la ruta judicial para García Luna
García Luna, de 56 años, fue condenado a finales de 2024 tras un juicio que demostró su colaboración con el Cartel de Sinaloa durante su etapa como funcionario público. Según la sentencia, recibió sobornos millonarios a cambio de facilitar las operaciones del narcotráfico. En los registros de la Oficina Federal de Prisiones figura que su liberación está programada para el 19 de junio de 2052.
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El traslado a ADX Florence marca el último capítulo en la caída de uno de los políticos mexicanos de más alto rango en ser condenado por narcotráfico. Su nueva vida tras las rejas será, como la del Chapo, de estricto confinamiento y vigilancia permanente.
