El calentamiento global continúa acelerándose y marcando récords históricos, con mayo de 2025 siendo el segundo mes más caluroso registrado, solo superado por mayo de 2024, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) de la Unión Europea. Este fenómeno confirma la tendencia alarmante de temperaturas extremas a nivel global, un claro indicador del cambio climático que afecta a todo el planeta.
Mayo 2025: Segundo mes más caluroso y sus consecuencias
El informe mensual del C3S destaca que la temperatura promedio global en mayo fue 1.4°C superior al nivel preindustrial (1850-1900), un umbral crítico que refleja el impacto de las emisiones masivas de gases de efecto invernadero derivadas de la quema de combustibles fósiles.
Este dato es parte de una serie preocupante: en los últimos 22 meses, 21 han superado el aumento de 1.5°C respecto al periodo preindustrial, límite establecido en el Acuerdo de París para evitar los peores efectos del calentamiento global.
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Groenlandia y el deshielo extremo: un foco de alerta climática
Groenlandia vivió una ola de calor sin precedentes que aceleró el derretimiento de su capa de hielo, según un estudio de la red científica World Weather Attribution. La ola fue al menos 3°C más cálida debido a la influencia humana, evidenciando la huella directa del cambio climático incluso en regiones tradicionalmente frías. Este deshielo no solo contribuye al aumento del nivel del mar, sino que también altera las corrientes oceánicas y el equilibrio climático global.
¿Una pausa temporal o una advertencia definitiva?
Aunque mayo de 2025 no superó el umbral de 1.5°C, los expertos advierten que esta “pausa” es momentánea. Carlo Buontempo, director del C3S, señala que el umbral de 1.5°C volverá a superarse pronto si no se reducen drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que podría conducir a un calentamiento irreversible del planeta.
El Acuerdo de París en riesgo por el calentamiento global
El Acuerdo de París de 2015 estableció el límite de 1.5°C para evitar consecuencias catastróficas como sequías prolongadas, olas de calor mortales, colapso de ecosistemas y aumento descontrolado del nivel del mar. Aunque técnicamente no se ha superado sostenidamente este límite, los registros actuales hacen que muchos científicos consideren que cumplirlo es cada vez menos realista, aumentando la urgencia de acelerar las políticas de mitigación del cambio climático.