La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ordenó la implementación de un toque de queda en una zona del centro de la ciudad. Esto es como respuesta al aumento de protestas relacionadas con las redadas migratorias llevadas a cabo en los últimos días. La medida comenzó a aplicarse la noche del martes, desde las 20:00 horas, y permanecerá vigente hasta las 6:00 del miércoles.
Explicó que el toque de queda responde a los disturbios registrados desde el fin de semana que provocaron enfrentamientos, actos de vandalismo y saqueos en distintos puntos de la ciudad. Las autoridades confirmaron que la medida podrá extenderse por varios días, aunque será revisada conforme avance la situación.
La policía de Los Ángeles informó que tan solo este martes fueron detenidas 197 personas por su participación en las protestas. El número total de arrestos acumulados desde el sábado asciende a 378. El sábado fueron detenidas 27 personas, el domingo 40, el lunes 114 y este martes se registró la cifra más alta hasta ahora.
La medida establece excepciones limitadas para personas que residan en el área afectada por el toque de queda o que tengan motivos laborales para permanecer en la zona durante el horario restringido. El gobierno local aseguró que la decisión busca contener los incidentes y garantizar el resguardo de la población y la propiedad privada.
Se evaluará la situación para determinar la duración del toque de queda. También se mantendrán abiertos a establecer diálogo con organizaciones civiles para atender las demandas expresadas durante las movilizaciones.
Las protestas comenzaron tras la difusión de imágenes y reportes sobre operativos de detención de personas migrantes en varios puntos de la ciudad. Activistas y grupos defensores de derechos humanos se han manifestado frente a oficinas gubernamentales y en espacios públicos exigiendo el cese de estas acciones.
