Por tercer día consecutivo, Los Ángeles vive una intensa ola de protestas motivadas por las redadas migratorias masivas realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). La ciudad se ha convertido en escenario de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden que responden con gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras.
El domingo, la llegada de dos mil efectivos de la Guardia Nacional, ordenada por el presidente Donald Trump, elevó aún más la tensión. El contingente militar fue desplegado para contener las manifestaciones que han dejado decenas de detenidos y múltiples heridos.
Movilización masiva y bloqueo en la autopista 101
Convocados bajo el lema “ICE out of LA. National Guard, go away” (“ICE fuera de Los Ángeles. Guardia Nacional, váyanse”), miles de personas se congregaron en el City Hall a las 16:00 horas para expresar su rechazo a las políticas migratorias federales.
Las protestas lograron cerrar parcialmente la autopista 101, una de las principales vías de la ciudad, situación ante la cual los agentes federales y militares no pudieron responder debido a la multitudinaria presencia de manifestantes. Pancartas y banderas mexicanas, junto con las de otros países, ondearon en las calles mientras el movimiento ganaba fuerza y visibilidad en redes sociales como X, Instagram y TikTok.
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Operativos y enfrentamientos en Paramount
Las protestas iniciaron el viernes tras los operativos en varias zonas, incluida la del Distrito de la Moda. El sábado, un operativo de ICE en Paramount, que involucró más de 50 vehículos federales, derivó en enfrentamientos con activistas y miembros de la comunidad.
Durante más de dos horas, los manifestantes intentaron impedir las detenciones, pero fueron dispersados por fuerzas federales mediante gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras, con varios heridos como resultado.
Declaraciones presidenciales y críticas
El presidente Trump atribuyó los disturbios a la “izquierda radical” y anunció una prohibición del uso de máscaras en las protestas, argumentando que los manifestantes tienen “algo que ocultar”. En su mensaje en Truth Social, también criticó duramente al gobernador Gavin Newsom (a quien llamó “Nuevaescoria”) y a la alcaldesa Karen Bass, mientras elogiaba la actuación de la Guardia Nacional.
Respuesta local: gobernantes en desacuerdo con el despliegue federal
Gavin Newsom calificó el despliegue militar como “deliberadamente provocativo” y aseguró que las autoridades locales y el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) pueden manejar la situación sin intervención federal. Por su parte, la alcaldesa Bass tildó la movilización de la Guardia Nacional como una “escalada caótica” y manifestó confianza en las fuerzas locales.
Newsom envió una petición formal al Departamento de Defensa solicitando la retirada inmediata de las tropas, advirtiendo que el despliegue representa una violación a la soberanía estatal y una acción que intensifica las tensiones en un momento delicado.
Protestas frente al Centro de Detención Metropolitano y detenciones destacadas
El sábado por la noche, cientos de manifestantes se congregaron frente al Centro de Detención Metropolitano, donde pintaron grafitis con mensajes como “Al diablo ICE” y “Nuestra ciudad”. Entre los detenidos está David Huerta, presidente regional del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, quien permanece bajo custodia y enfrentará su audiencia el lunes.
Apoyos y críticas desde el ámbito político
La excandidata presidencial Kamala Harris se sumó a las críticas al despliegue militar, señalando que la acción busca “provocar caos” y que la administración Trump está “avivando el miedo” a una comunidad que exige dignidad y debido proceso.
Harris destacó que la protesta pacífica es una herramienta fundamental en la lucha por la justicia y condenó la militarización de las calles como un intento de deslegitimar esas demandas.