En tiempos donde la transparencia y la ética deberían ser el eje de cualquier liderazgo, resulta preocupante que algunos actores opten por el camino de la simulación y el conflicto como vía para alcanzar sus objetivos personales. Tales son los casos de Héctor Luján y Darío Julio César Mercado, quienes se muestran como niños buenos en las cámaras de comercio, pero buscan espacios para esconderse de su pasado.
La blanca palomita de Luján se volvió gris de tantos escándalos. Su caso es representativo porque como tesorero de la organización, no solo fue señalado por una notoria falta de compromiso institucional, sino también por conductas que rompían con el espíritu familiar y profesional que caracteriza a la Confederación. Su relación personal con una asistente —a quien hacía asistir cada sábado sin justificación operativa, y con quien fue visto en repetidas ocasiones cenando— generó molestia e incomodidad entre vicepresidentas y consejeras. La percepción generalizada era que su prioridad no era la organización, sino un noviazgo que ocupaba más tiempo que sus funciones financieras.
Luján gustaba del poder para tener a las mujeres a su disposición. Sin importarle su esposa, prefirió primero a su amante y encima cometer actos de acoso sexual con una impunidad que le frenaron.
La Concanaco Servytur es la única confederación con más representación femenina, con al menos el 57% de mujeres como integrantes. Ante ello era necesario bajar a un violentador como este.
Por más que el originario de Camargo y extesorero de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) se oculte en su dictadura de seis años en la Federación de Cámaras de Comercio de Chihuahua, se le recuerda por qué salió del organismo empresarial más grande del país.
Los negocios que hacía en lo oscurito se le cayeron cuando se formó la nueva Asamblea General del Infonavit el 19 de marzo de 2025.
Luján llevaba una doble agenda que minó aún más su credibilidad: sostuvo reuniones paralelas con integrantes del CCE nacional, buscando favorecer intereses personales por encima de los de la Confederación a la que representaba. Esta conducta, claramente contradictoria con la ética institucional, fue determinante para que no fuera ratificado como miembro del Consejo del Infonavit, al detectarse conflictos de interés.
Había quienes confiaban en que continuaría en el cargo y su ratificación se llevaría a cabo de inmediato; sin embargo esto se debió por una pérdida de confianza derivada de un conflicto grave con las normas de la Confederación.
Las piedras le siguen lloviendo con una investigación sobre posibles actos u omisiones. Y aunque se le conocen sus pecados, la Canaco de Camargo, de la que es expresidente, busca una explicación concreta de los señalamientos. La respuesta, un trofeo para vitrina: la cámara de Camargo es un “organismo en el que el señor Luján mantiene influencia directa”.
Esto cobra relevancia y hasta hace sentido cuando a mediados de noviembre de 2024 se reunió con diputados del Congreso de la Unión y les expresó su sensibilidad para reformar el catálogo de delitos de prisión preventiva oficiosa. ¿En específico a cuál se refirió? A la iniciativa para que la defraudación fiscal no fuera considerada grave ni ameritara privación de la libertad de oficio. ¿Será que le persiguen casos como éste?
Por todo esto fue que a solicitud de consejeros y presidentes se le dio de baja de la Concanaco Servytur, ¿o es que se esperaba que hubiera más?
No solo Héctor Luján: El acoso de Darío Julio César Mercado
La historia no termina ahí. Darío Mercado, quien previamente había pactado con Luján una alternancia en la presidencia, emprendió una cruzada contra la Confederación al ver frustradas sus aspiraciones personales. Desde el primer día, sus acciones estuvieron dirigidas no a construir, sino a desacreditar, denostar y sembrar divisiones internas para posicionarse.
Más preocupante aún, Héctor Luján y Darío Mercado están señalados en diversas ocasiones por conductas de violencia de género. Incluso existen denuncias y testimonios dentro de la propia estructura confederada que dan cuenta de un patrón de hostigamiento y abuso de poder.
Darío, periodista por profesión, era vicepresidente de Proyectos Estratégicos de Concanaco Servytur y ahora aparece en fotos feliz y contento como presidente de la Canaco Servytur Álvaro Obregón de la CDMX. El exempleado del fallecido Julio César Almanza huyó de Tamaulipas por tener malas prácticas. En México tenía de enemigos en términos empresariales a los de Canaco Mazatlán por hechos que en su momento realizaron. El señor Víctor Gardoqui incluso mencionó que le querían comprar la cámara de comercio.
Su intención final era obtener más poder y así por fin concretar los máximos actos de corrupción al interior de la organización.
Se trata de la misma calaña. Además de presumir acciones que no son suyas, está acusado de corrupción al interior de la confederación más grande de México, motivo por el que lo separaron por la solicitud de consejeros y presidentes.
Con las necesidades del mundo actual este tipo de personas ya no tienen cabida. El freno es gracias a las reformas que se hicieron a finales del 2024 dentro de Concanaco Servytur en contra de la corrupción y las faltas administrativas. Estas han hecho que individuos como Héctor Luján y Darío Julio César Mercado tengan menos poder y se les nota el enojo.
Ahora en este grupo de violencia de género se juntan con Olivaldo Paz quien es señalado de violencia de género en su entidad, eso refleja que este grupo coincide en sus prácticas.
Por Silvestre Borja
