Ariel Juárez, actual director de la Junta de Caminos del Edomex, presume “mano dura” y lealtad al proyecto de austeridad. Pero sus actos lo contradicen: camionetas GMC con valor superior a los más de 2 mdp, bolsos de diseñador, y bienes no declarados dibujan otro perfil. Su salario público no cuadra con su estilo de vida. Mientras tanto, municipios clave siguen a oscuras y llenos de baches. La corrupción no solo se esconde en contratos: también viaja en autos de lujo. Juárez representa la figura que la 4T prometió erradicar. ¿Será la Presidente quien le ponga freno, o seguirá el silencio?


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