El fotógrafo Sebastião Salgado no solo salvó a la Amazonia, sino también la redescubrió a sus imágenes. Hoy el guardián del principal pulmón del planeta murió a los 81 años, dejando no solo un hueco para el arte y la cultura, sino para la humanidad y el medio ambiente.
Su muerte fue confirmada por el Instituto Terra, quien recordó al fotógrafo ganador del World Press Photo en múltiples ocasiones como un mentor y eterna fuente de inspiración.
“Sebastião Saldado fue mucho más que uno de los mejores fotógrafos de nuestro tiempo. Junto a su compañera de vida, Lélia Deluiz Wanick Salgado, sembró esperanza donde había devastación y dio vida a la convicción de que la restauración ambiental es también un profundo acto de amor por la humanidad”, escribió.
A través de sus fotografías en blanco y negro, el artista abordó temas sociales y ecológicos, pero también los llevó a nuevos lenguajes como un ciclo de conciertos titulados Amazonia. Su mensaje fue siempre el mismo: mostrar la belleza, pero también la destrucción de la selva brasileña.
Él fotógrafo brasileño visitó México por última vez en febrero pasado. El motivo fue la inauguración de su exposición Amazonia, en el Museo Nacional de Antropología. De acuerdo con el artista, el 18% de la Amazonía ya se ha perdido, pero en su exposición quiso resaltar el 82% que aún permanece intacto.
Sebastião Salgado y Lélia Wanick, su esposa, han reforestado más de 2 millones de árboles en 20 años. Un bosque de 6 millones 090 mil m² que estaba devastado logró recuperarse gracias a sus esfuerzos.