La agrupación de regional mexicano Los Alegres del Barranco fue vinculada a proceso por presunta apología del delito, tras una audiencia en los juzgados de Puente Grande, Jalisco. El caso se originó por un concierto en Zapopan donde se proyectaron imágenes de ‘El Mencho’ y se interpretó el corrido El Dueño del Palenque.
Como medida cautelar, el juez impuso una sanción que restringe su movilidad y actividades laborales. Aunque no se dictó prisión preventiva, las condiciones son estrictas mientras se desarrolla el proceso.
La sanción a Los Alegres del Barranco por hacer apología del delito incluye la prohibición de salir del estado sin autorización judicial, con excepción de tres presentaciones previamente acordadas. Además, deberán firmar semanalmente ante el juzgado.
¿Qué medidas se dictaron contra Los Alegres del Barranco?
La resolución judicial contra Los Alegres del Barranco contempla las siguientes restricciones mientras avanza la investigación en su contra:
- Presentarse cada semana en el juzgado a firmar.
- No salir de Jalisco sin permiso del juez.
- Solo podrán ofrecer tres conciertos autorizados fuera del estado (Durango y Michoacán).
- Cubrir una garantía económica de $300 mil pesos por persona, equivalente a $1.8 millones en total.
El delito de apología del delito no amerita prisión preventiva oficiosa. Sin embargo, el proceso continúa abierto y la agrupación enfrenta otras tres carpetas de investigación por presentaciones similares en distintos municipios de Jalisco.
¿Qué sanciones contempla la ley por apología del delito?
Según el artículo 208 del Código Penal Federal, la apología del delito puede sancionarse con entre 10 y 180 jornadas de trabajo comunitario si no se deriva en la comisión del delito. En algunos estados, como el Estado de México, también se contempla prisión de hasta seis meses.
Los Alegres del Barranco, originarios de Sinaloa, aseguran que defenderán su derecho a la libertad de expresión. No obstante, el gobierno de Jalisco ha condenado el uso de imágenes y canciones que exaltan a líderes criminales, señalando que este tipo de actos no deben normalizarse ni en espectáculos públicos ni en ningún otro espacio.