La tumba de Pedro Infante en el Panteón Jardín ya no es la misma. El icónico busto dorado del “Ídolo de Guamúchil” ha desaparecido de su pedestal, y por primera vez en años, no hubo homenaje en su 68° aniversario luctuoso.
Lupita Infante, hija del artista, explicó que el busto fue retirado por seguridad: “Se robaban placas y piezas, ahora solo lo exhibimos en eventos especiales”. El valioso monumento —que mostraba al cantante con su sonrisa característica— permanece bajo resguardo familiar.
Este 15 de abril de 2025, la tumba amaneció sin flores ni peregrinos. Lupita canceló la ceremonia anual —que reunía a miles— por falta de permisos y garantías de seguridad. Empleados del panteón confirman que es la tumba más visitada, incluso sin el busto.
Trabajadores revelan que algunos visitantes juraron haber visto u oído cantar a Infante. Cerca de su tumba —junto a la de Blanca Estela Pavón (“La Chorreada”)— circulan historias de una “mujer de negro” que pide agua y desaparece.
¿Por qué robaron objetos de la tumba de Pedro Infante?
El Panteón Jardín ha sufrido hurtos recurrentes: desde placas hasta esculturas. Aunque hay vigilancia, los ladrones saltan las bardas. Las familias ahora retiran objetos valiosos, dejando solo flores y ofrendas sencillas.
Los admiradores que llegan desde todo México expresan tristeza:
- “Sin el busto, parece una tumba más” (Juan, 62 años).
- “Pedro merece mejor protección” (María, fanática desde 1970).
Datos curiosos:
- Busto original: Fundido en bronce dorado, creado en 1980.
- Tumba vecina: Blanca Estela Pavón (murió en 1949, misma causa: accidente aéreo).
- Leyenda viva: Empleados dicen oír “Amorcito corazón” cerca de la tumba.
El legado que nadie puede robar
Aunque el busto ya no esté a la vista, el mito de Pedro Infante sigue vivo. Sus películas, canciones y anécdotas —como su rivalidad con Jorge Negrete, enterrado a 60 metros— mantienen viva la magia del ídolo.
