En los últimos días, las redes sociales se inundaron de imágenes que evocan el estilo visual de Studio Ghibli, el icónico estudio japonés. Lo que parecía una simple diversión se convirtió rápidamente en un fenómeno viral, donde miles de usuarios transformaron sus fotografías en ilustraciones con la estética característica de películas como Mi vecino Totoro o El viaje de Chihiro.
Sin embargo, este fenómeno ha provocado un intenso debate sobre la ética y los límites del uso de la inteligencia artificial (IA) en la creación artística.
La influencia de la IA y los límites del homenaje
Las imágenes creadas con IA utilizan herramientas como ChatGPT-4o para transformar fotos comunes en representaciones gráficas inspiradas en el mundo de Ghibli. Aunque la herramienta no permite generar imágenes “al estilo de Hayao Miyazaki”, sí ofrece la posibilidad de recrear el estilo visual del estudio, lo que, en la práctica, es prácticamente lo mismo para muchos usuarios.
Esto ha abierto la puerta a la discusión sobre si la IA está apropiándose indebidamente del trabajo artístico que requirió años de dedicación y creatividad humana.
OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, ha declarado que su tecnología respeta el “uso justo” del contenido, permitiendo solo la creación de obras basadas en estilos de “estudios” como Ghibli, y no de artistas vivos. Pero la controversia persiste, ya que este enfoque difuso podría estar diluyendo los derechos de autor y el reconocimiento adecuado al trabajo de los artistas originales.
El rechazo de Hayao Miyazaki y la defensa del arte tradicional
En 2016, Hayao Miyazaki expresó su firme rechazo al uso de IA en la creación artística. El renombrado director de El viaje de Chihiro y Mi vecino Totoro calificó esta tecnología como una “insulto a la vida misma” y subrayó que la animación debe ser un esfuerzo humano, con sensibilidad y dedicación propias del ser humano.
Miyazaki defendió la idea de que la animación hecha a mano es esencial para preservar la esencia del arte visual y narrativo que ha cautivado a generaciones.
El regreso al debate fue inmediato cuando la tendencia de las imágenes inspiradas en Ghibli se hizo viral. A medida que las ilustraciones generadas por IA se multiplicaron en internet, la pregunta sobre la legitimidad de esta práctica se volvió central, sobre todo por la rapidez con la que la IA permite producir obras que anteriormente habrían tomado meses o incluso años de trabajo.
La postura de la industria y las críticas de cineastas
El fenómeno también ha generado reacciones en otros cineastas, como el mexicano Benito Fernández, quien ha criticado el uso de IA en la creación de imágenes y contenido visual, argumentando que esta herramienta puede ser utilizada por grandes corporaciones para suplantar el trabajo creativo de artistas humanos.