Pese a estar prohibidos, los vapeadores mueven al año 26,316 millones de pesos en México a través del mercado negro, según un estudio de El Colegio de México (Colmex). La falta de regulación hace que el gobierno deje de recaudar entre 4,483 y 6,941 millones de pesos en impuestos.
Prohibición no frena el consumo
Los investigadores Jaime Sempere e Iñaki Zardain, del Centro de Estudios Económicos del Colmex, explican que la prohibición no funciona. En lugar de desaparecer, los vapeadores se venden sin control, sin pagar impuestos y sin garantías de calidad. La cantidad que se pierde en impuestos equivale al 30% del presupuesto anual de Jóvenes Construyendo el Futuro.
El estudio revela que el 6% de los adultos mexicanos usa cigarros electrónicos o vapeadores, mientras que el 32% fuma cigarros tradicionales y el 5% consume puros con filtro o cigarros calentados.
Expertos piden regulación, no prohibición
Los investigadores proponen cambiar la estrategia:
- Mantener la prohibición solo para menores
- Eliminar máquinas expendedoras
- Aplicar impuestos especiales (IEPS)
- Controlar puntos de venta con ayuda de COFEPRIS
- Prohibir dispositivos desechables por contaminación
- Regular ingredientes de líquidos para vapear
La prohibición total no ha funcionado. El mercado negro de vapeadores sigue creciendo, sin pagar impuestos y sin controles de calidad. Una regulación inteligente, dicen los expertos, protegería más a los jóvenes y ayudaría a recuperar miles de millones para el país.
Mientras no cambie la ley, el mercado negro de vapeadores seguirá costando caro a México: en dinero no recaudado y en riesgos para la salud.