Venganza contra el café americano, canadienses y mexicanos proponen nuevas tendencias

Venganza contra el café americano, canadienses y mexicanos proponen nuevas tendencias Venganza contra el café americano, canadienses y mexicanos proponen nuevas tendencias

En respuesta a las políticas proteccionistas de Estados Unidos bajo el lema “Estados Unidos primero“, canadienses y mexicanos decidieron vengarse dándole un giro cultural al café, promoviendo sus propias versiones de esta bebida. Mientras los canadienses promueven el cambio del término “café americano” a “café canadiense“, los mexicanos reivindican el tradicional café de olla como una alternativa auténtica y llena de historia.

Canadá: del café americano al café canadiense

La compañía canadiense Kicking Horse Coffee, ubicada en Columbia Británica, lidera un movimiento para renombrar el café “americano” como “canadiense” en las cafeterías de Canadá. Esta iniciativa tiene el propósito de promover la industria local y además apegarse a la identidad canadiense en tiempos de tensiones comerciales con Estados Unidos.

“Durante 16 años, nuestro Kicking Horse Cafe ha llamado discretamente ‘canadianos’ a los americanos. Hoy, lo hemos convertido oficialmente en una tendencia”, escribió la empresa en su cuenta de Instagram.

La propuesta ganó popularidad en Canadá, uno de los diez países con mayor consumo de café per cápita, y está inspirando a otras cafeterías a unirse a este cambio.

México: el café de olla como símbolo de identidad

En México, la respuesta es igual de contundente. El café de olla, una bebida tradicional que data de la época de la Revolución Mexicana, es un símbolo de resistencia cultural frente a las políticas estadounidenses. Este café, preparado con grano molido, canela, anís, clavos de olor y endulzado con piloncillo, se sirve en ollas de barro que le dan un sabor único.

Un video viral de la cafetería Ocelotl Café en Ciudad de México resume este sentimiento. El mensaje resonó en redes sociales, acumulando más de 950,000 “me gusta”.

“En Estados Unidos no hay cafetales, por lo tanto, no hay grano americano. Así que, mira, mejor chíngate este café de olla que está bien bueno y recuerda producto nacional, carnal”.

Aunque esta “vendetta cafetera es más simbólica que práctica, refleja el descontento de Canadá y México ante las políticas comerciales de Estados Unidos. Mientras los aranceles y tensiones diplomáticas continúan, ambos países buscan mantener abiertas las líneas de comunicación con el gobierno de Trump, pero no pierden la oportunidad de reafirmar su identidad cultural.

El café se convirtió en un campo de batalla cultural entre estos tres países. Mientras Canadá promueve su versión local, México celebra su tradición con el café de olla. Ambas iniciativas son un recordatorio de que, más allá de las tensiones políticas, la cultura y la identidad siempre encuentran formas de expresarse.

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