Una semana después dele paso de la DANA que sacudió la región española de Valencia, las autoridades continúan su ardua labor de rescate y limpieza. Las calles, aún cubiertas por barro y escombros, siguen siendo testigos del caos dejado por las lluvias torrenciales que, en algunos puntos, descargaron en pocas horas la cantidad de agua que normalmente cae en un año.
“Estamos mejor, pero no estamos bien”, afirmó Maribel Albalat, alcaldesa de Paiporta, un municipio cercano a la ciudad de Valencia y uno de los más golpeados por la DANA.
Estragos de la DANA en España
El impacto económico de la DANA es gigantesco. Para mitigar los efectos de la catástrofe, el gobierno regional de Valencia ha aprobado una ayuda de 250 millones de euros (270 millones de dólares), que incluye exenciones fiscales y compensaciones para los afectados. Además, el Parlamento local ha validado una ayuda directa de 30 millones de euros (32 millones de dólares) para las personas más perjudicadas. Se espera que el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, anuncie nuevas medidas para los territorios devastados, tras la reunión del consejo de ministros.
La cifra provisional de víctimas mortales asciende a 218, de las cuales 214 pertenecen a la provincia de Valencia, mientras que las restantes tres se registraron en Castilla-La Mancha y una más en Andalucía. Las autoridades ya han comenzado a entregar a los familiares los cuerpos de casi 50 personas fallecidas, con la esperanza de que pronto se logre identificar y devolver a sus seres queridos los restos de los desaparecidos.
La búsqueda continúa siendo la prioridad, especialmente en las zonas más complejas, como los estacionamientos subterráneos y las construcciones que se inundaron por completo. La Unidad Militar de Emergencias (UME) se ha desplegado en la zona, con el objetivo de bombear el agua acumulada y facilitar las labores de rescate. El lunes, los buzos lograron ingresar a un aparcamiento subterráneo de un centro comercial en Aldaia, una localidad vecina de Valencia. Aunque la operación levantó grandes expectativas, no se ha encontrado ningún cadáver hasta el momento.
A pesar de las dificultades, la comunidad sigue adelante con esperanza y resiliencia, mientras las autoridades trabajan sin descanso para enfrentar una de las mayores tragedias naturales que ha vivido la región en su historia reciente.