Productores de limón de Apatzingán realizaron una protesta masiva tras el bajo precio que reciben por su fruta. La movilización se registró ayer en el marco del Paro Nacional Agropecuario, con decenas de limones tirados a la calle como símbolo de rechazo a los precios actuales y para exigir al gobierno federal mayor apoyo y atención al campo mexicano. La acción buscó visibilizar la situación que enfrentan los citricultores y otros productores de la región, quienes consideran que su trabajo no está siendo valorado.
Durante la protesta, los agricultores lanzaron cajas de limones al suelo mientras expresaban: “Lo quieren regalado, ahí está”. Con esta acción, dejaron claro que prefieren desperdiciar la fruta antes que malbaratarla por precios insuficientes que no cubren sus costos de producción. La movilización evidencia la urgencia de revisar las políticas de precios y subsidios para el sector agrícola, que ha enfrentado bajos ingresos y falta de apoyos suficientes.
Movilización del sector agrícola en Michoacán
El caso de los productores de limón de Apatzingán se replicó en otras regiones de Michoacán. Agricultores de aguacate en Uruapan, Peribán y Tancítaro realizaron acciones similares, también en protesta por los bajos precios de compra de sus cosechas. Asimismo, productores de berries, jitomate y otras frutas y verduras participaron en la movilización, mostrando que la situación afecta a diversos cultivos y a múltiples comunidades rurales del estado.
El Paro Nacional Agropecuario refleja un reclamo colectivo de los agricultores hacia políticas más justas que garanticen precios adecuados, apoyos económicos y programas de desarrollo rural que fortalezcan la producción local. Además de visibilizar la problemática de los bajos precios, estas acciones buscan generar diálogo con las autoridades y sensibilizar a los consumidores sobre la importancia de valorar el trabajo agrícola.
Los productores aseguran que su labor es fundamental para la economía local y nacional, pero que la falta de condiciones adecuadas para la comercialización limita sus ingresos y su capacidad de inversión en nuevas cosechas. Con estas protestas, buscan que se adopten medidas que les permitan obtener un precio justo por su fruta y asegurar la sustentabilidad de sus comunidades.
El mensaje de los citricultores y otros agricultores es claro: es necesario que el gobierno y la sociedad reconozcan la importancia del campo mexicano y actúen en consecuencia para garantizar la viabilidad económica de quienes trabajan la tierra y producen los alimentos que consumimos diariamente.