Una advertencia científica ha encendido las alarmas a nivel mundial: Groenlandia experimentó un deshielo 17 veces más rápido de lo habitual entre el 15 y el 21 de mayo de este año, a consecuencia de una ola de calor sin precedentes atribuida directamente al cambio climático. Así lo reportó este miércoles la red científica World Weather Attribution (WWA), especializada en el análisis de fenómenos meteorológicos extremos y su relación con el calentamiento global.
“El deshielo observado en Groenlandia durante ese periodo contribuyó significativamente a la subida del nivel del mar, mucho más de lo que hubiera ocurrido sin esta ola de calor”, advirtió Friederike Otto,
Calor récord en el Ártico
El fenómeno no se limitó a Groenlandia. En Islandia, los termómetros superaron los 26 ºC el 15 de mayo, un récord histórico en esta nación ártica. Según WWA, esta cifra representa más de 13 ºC por encima del promedio máximo diario para el mes de mayo en el periodo 1991-2020. En total, el 94% de las estaciones meteorológicas islandesas reportaron nuevos récords de temperatura durante ese mes, en un hecho sin precedentes.
Aunque el Ártico ya ha registrado olas de calor importantes (como en agosto de 2004 y 2008) lo excepcional de este episodio fue su temprana aparición en el calendario, lo que tuvo consecuencias más severas sobre las capas de hielo que aún no estaban adaptadas al calor estacional.
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“Sin cambio climático, esto habría sido imposible”
La WWA fue contundente en su análisis: esta ola de calor no se habría producido sin el calentamiento global inducido por la actividad humana. En el este de Groenlandia, por ejemplo, la temperatura alcanzó hasta 3.9 ºC por encima de los niveles preindustriales, una anomalía suficiente para disparar un deshielo acelerado en una de las regiones más frágiles del planeta.
“Una ola de calor de unos 20 ºC no parecerá extrema para muchas personas, pero en el Ártico, donde las temperaturas frías son la norma, representa un golpe devastador”, recalcó Otto. “Este evento no solo afecta a los osos polares o al hielo marino, sino que tiene consecuencias masivas para todo el planeta”, añadió.
El Ártico, epicentro del cambio climático
El Ártico se está calentando cuatro veces más rápido que el resto del mundo, según estudios recientes publicados en la revista Nature. Este fenómeno tiene implicaciones globales: desde el aumento del nivel del mar hasta la alteración de los patrones climáticos en latitudes más bajas.
Además del deshielo, el calor extremo está generando impactos colaterales en la región. En muchos lagos árticos se ha detectado la liberación de metales pesados y otros contaminantes anteriormente atrapados en el permafrost, lo que podría representar riesgos para la salud humana y la biodiversidad.
En Groenlandia, miles de hogares rurales aún carecen de sistemas de agua potable con tuberías, lo que agrava los problemas de higiene, salud pública y seguridad alimentaria en un entorno cada vez más cambiante e inestable.
La advertencia lanzada por la WWA no es solo una constatación científica: es un llamado urgente a la acción. A pesar de múltiples cumbres climáticas y acuerdos internacionales, las emisiones de gases de efecto invernadero siguen en niveles peligrosamente altos, y los eventos extremos como el registrado en Groenlandia son una consecuencia directa.