Trata de mujeres, un problema que no cede en Puebla ni Tlaxcala
Este fenómeno se enmarca en un contexto nacional e internacional que reconoce desde hace décadas la gravedad de la trata de personas. En 1975, la Organización de Naciones Unidas estableció el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha ha servido para visibilizar cuestiones vinculadas a los derechos femeninos, incluida la lucha contra la explotación y la trata.
A pesar de estas iniciativas, la explotación sexual y la trata de mujeres y niñas continúan, especialmente en regiones como el corredor Puebla-Tlaxcala. En este punto, la combinación de factores socioeconómicos vulnerables y niveles elevados de impunidad contribuye a la proliferación de redes dedicadas a estos ilícitos.
El Programa Estatal contra la Trata de Personas con fines de explotación sexual en niñas y mujeres 2022-2027 fue presentado como una estrategia para atender esta problemática en Tlaxcala. Este programa busca implementar acciones coordinadas para la prevención, atención y sanción del delito, aunque diversos análisis señalan que su aplicación aún enfrenta retos en términos de cobertura y eficacia.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) ha identificado la persistencia de altas tasas de incidencia delictiva relacionadas con la trata de personas en estos estados.
Un llamado a la acción
Expertos y activistas resaltan que la impunidad y la precariedad social funcionan como elementos clave que permiten la continuidad y expansión de estas redes. Algunos estudios antropológicos describen los métodos de control que se usan en la explotación sexual. Estos incluyen mecanismos para someter y mantener a las víctimas bajo dominio de los tratantes. Asimismo, se identifican deficiencias en la prevención, investigación y protección por parte de las autoridades locales, lo que limita la capacidad de respuesta frente a estas violaciones a los derechos humanos.
La colaboración institucional entre centros académicos, organizaciones de la sociedad civil y cuerpos gubernamentales es fundamental para enfrentar la trata de personas en esta zona. La región Puebla-Tlaxcala concentra un número significativo de víctimas, lo que subraya la relevancia de mantener e intensificar esfuerzos que aborden no solo la persecución penal, sino también la prevención y apoyo a las personas afectadas.
Este conjunto de información enfatiza la permanencia de la trata de mujeres y niñas dentro del contexto regional, marcando la importancia de políticas públicas y acciones integrales que aborden sus causas estructurales y mitiguen sus impactos sobre la población vulnerable.