Albert Espigares toma fuerza en el banquillo del Club Puebla, una decisión que surge después de la salida de Hernán Cristante al finalizar el semestre. La directiva anunció su nombramiento para el Clausura 2026, luego de que varias opciones con mayor trayectoria rechazaran la oferta. La decisión de que el actual responsable de Fuerzas Básicas asuma el primer equipo responde al momento crítico que vive la institución y a la necesidad de una solución interna que pueda funcionar de inmediato.
El nombre de Espigares se filtró primero a través del periodista argentino César Luis Merlo, quien adelantó que la directiva había iniciado los últimos ajustes para concretar el acuerdo. Poco después, el reportero David Medrano reforzó la versión al señalar que el club valora su trabajo con jóvenes y su conocimiento del plantel. El contexto explica por qué esta propuesta tomó fuerza: Puebla acumula cuatro torneos sin clasificar a liguilla y cerró el Apertura 2025 en el sótano de la tabla.
Una apuesta interna en medio de un momento complicado
Según fuentes cercanas al club, la dirigencia observó que Espigares conoce a detalle los procesos internos y ha trabajado durante años con buena parte de los jugadores que hoy pertenecen al primer equipo. Esto lo convierte en un perfil útil para un semestre que no permitirá grandes contrataciones debido a las dificultades económicas que enfrenta la institución.
El técnico español, de 46 años, nunca ha dirigido en Primera División, pero su experiencia en cantera con Santos, Atlas y Puebla dio argumentos a favor de su posible ascenso. La directiva considera que su mirada hacia los jóvenes puede ayudar a renovar un vestidor golpeado por constantes cambios desde agosto, cuando salieron Pablo Guede y, meses después, Cristante.

Los retos inmediatos para el Clausura 2026
Si el club formaliza su nombramiento, Espigares asumirá un proyecto condicionado por la urgencia. Puebla terminó el torneo con la defensa más frágil del campeonato y una ofensiva limitada que solo marcó 21 goles. Además, el equipo ocupa lugares comprometidos en la tabla porcentual, un factor que presionará cada jornada.
Entre los objetivos del próximo cuerpo técnico destacan reforzar la zona defensiva, incorporar talento juvenil para equilibrar el presupuesto y recuperar la conexión con una afición que se muestra inconforme. Puebla buscará estabilidad en un semestre clave, y Espigares podría convertirse en la pieza central de ese intento por recomponer el camino.