La nueva sede del Congreso del Estado de Puebla volvió a ser noticia, pero no por su actividad legislativa, sino porque el huracán Priscilla la convirtió en una alberca. Las filtraciones e inundaciones afectaron el recinto, quedando grabado en videos que circularon por internet.
El edificio, que representó una inversión de 855 millones de pesos, sufrió inundaciones en distintas áreas, evidenciando nuevamente las fallas en su construcción.
De acuerdo con los reportes, el agua se filtró por techos y muros, afectando pasillos y zonas administrativas. Ante la falta de un sistema adecuado de drenaje o medidas preventivas, el personal de limpieza improvisó con botes de basura y recipientes plásticos para contener los escurrimientos.
La nueva sede del Congreso de Puebla, que le costó 855 millones de pesos a la ciudadanía, indignó por el contraste entre la magnitud de la obra y las aguas. Criticaron que no había pretexto de antigüedad o algo por el estilo, pues se inauguró hace apenas unos meses como un símbolo de modernización institucional.
Las imágenes del recinto convertido en una especie de “piscina legislativa” generaron críticas en redes sociales y entre ciudadanos.
En mayo de 2025 se reportaron filtraciones similares tras otra jornada de lluvia, lo que en su momento motivó promesas de revisión y mantenimiento. A pesar de ello, los problemas persisten, lo que apunta a fallas estructurales o de diseño que no han sido atendidas de manera efectiva.
El Congreso de Puebla no ha emitido un posicionamiento oficial sobre el nuevo incidente. Mientras tanto, la imagen del personal intentando detener el agua con utensilios básicos se ha vuelto viral, reavivando el debate sobre la transparencia, supervisión y calidad de las obras públicas en Puebla.
