El aumento en las rentas, la llegada de nuevos negocios orientados al turismo, vecinos de mayor poder adquisitivo y el uso de plataformas como Airbnb son algunas señales de que una colonia podría estar atravesando un proceso de gentrificación. En Puebla, este fenómeno ya se deja ver en varias zonas, incluida la capital y varios de sus Pueblos Mágicos.
Lorena Cabrera Montiel, académica de la Universidad Iberoamericana Puebla, advierte que la gentrificación no solo implica cambios físicos en una zona urbana. Se trata también de una transformación social y económica que puede terminar por expulsar a los habitantes originales de un barrio.
Señales para identificar la gentrificación en tu comunidad
La especialista recomienda observar los siguientes cambios:
- Aumento en precios de vivienda y renta.
- Si vivir en tu colonia se ha vuelto significativamente más caro en poco tiempo, puede ser señal de presión inmobiliaria.
- Desaparición de negocios tradicionales.
- Tiendas de abarrotes, fondas y talleres empiezan a ser reemplazados por cafeterías, bares o restaurantes gourmet.
- Publicidad dirigida a extranjeros.
- Si encuentras anuncios en inglés o publicaciones que promocionan la zona como un destino turístico, se está atrayendo a un nuevo perfil de consumidor.
- Proliferación de plataformas como Airbnb.
- El uso de viviendas para renta temporal limita el acceso a vivienda para residentes permanentes y eleva los costos.
- Cambios en la composición social.
- Nuevos residentes con ingresos más altos empiezan a sustituir a la población original, lo que altera la dinámica del barrio.

En Puebla, este proceso ya afecta a varias zonas
Barrios como el Centro Histórico de la ciudad de Puebla y municipios turísticos como Cholula, Cuetzalan, Atlixco y Zacatlán muestran indicios claros de gentrificación. En estos lugares, muchas viviendas se han reconvertido en hospedajes turísticos y los habitantes han sido desplazados a zonas más alejadas
Además, los 12 municipios del estado con la denominación de Pueblo Mágico están bajo presión, ya que su vocación turística ha atraído inversiones enfocadas en el visitante y no en el bienestar de quienes ahí viven.
¿Es posible frenar este proceso?
Según Cabrera Montiel, es importante entender la ciudad como un derecho y no como un negocio. Las políticas públicas deben garantizar el acceso a vivienda digna, promover la regulación de la renta temporal y evitar que el desarrollo urbano excluya a los habitantes originales.
Si notas estas señales en tu colonia, vale la pena informarte y participar en los espacios comunitarios. Reconocer el fenómeno es el primer paso para proteger el derecho a habitar dignamente tu entorno.