En un mundo dominado por pantallas, redes sociales y notificaciones constantes, la tecnología se volvió inseparable de la vida diaria. Nos acompaña desde que despertamos hasta que dormimos, y muchas personas incluso la mantienen cerca durante la noche. Pero mientras los avances digitales no se detienen, los efectos que tienen sobre el bienestar siguen generando dudas.
Tecnología y salud mental y física: Síntomas frecuentes, respuestas lentas
El principal problema es la velocidad con la que evoluciona la tecnología frente al ritmo de la investigación científica. Las plataformas digitales avanzan rápido, pero la ciencia necesita tiempo para ofrecer respuestas sólidas.
Entre los efectos más comunes del uso excesivo de dispositivos están:
- Ansiedad y estrés constante
- Problemas para dormir o mantener un sueño profundo
- Fatiga visual y dolores de cabeza
- Dificultad para concentrarse
- Dependencia del celular o de las redes sociales
Una revisión publicada en The Lancet Digital Health señala que pasar más de tres horas al día en redes sociales puede aumentar hasta 25 % los síntomas de ansiedad entre adolescentes.

Propuestas para avanzar con responsabilidad
Expertos en salud y tecnología proponen nuevas estrategias para entender mejor el impacto de los dispositivos en la vida diaria:
- Realizar estudios rápidos con familias que reduzcan el uso de pantallas en casa
- Incluir datos sobre tecnología en reportes oficiales de salud y seguridad
- Exigir a las plataformas mayor claridad sobre los efectos de sus productos
- Informar al usuario con advertencias sobre los riesgos del uso prolongado
Más que frenar el desarrollo, se trata de avanzar con responsabilidad. Conocer los riesgos es principal para tomar decisiones más conscientes y cuidar nuestra salud en un entorno cada vez más digital.