El presidente municipal de Puebla, Pepe Chedraui, sostuvo una nueva reunión protocolaria con la embajadora de Francia en México, Delphine Borione, en un acto que, más que mostrar avances, reafirma el distanciamiento del edil con las necesidades urgentes de la capital poblana. Mientras los ciudadanos enfrentan una creciente ola de violencia, robos y sensación de inseguridad, el gobierno municipal insiste en desplegar esfuerzos diplomáticos sin resultados concretos.
La inseguridad crece y Pepe Chedraui mira hacia otro lado
En lugar de atender el clamor ciudadano por calles más seguras, policías mejor capacitados o estrategias efectivas para reducir el delito, Chedraui dedicó su agenda a hablar sobre el aprendizaje del idioma francés y supuestas oportunidades de colaboración académica y laboral.

Nada se dijo sobre reforzar la seguridad en zonas conflictivas ni sobre políticas públicas para frenar la violencia que se vive en colonias como San Ramón, La Margarita o el Centro Histórico.
Reuniones simbólicas, mientras la ciudad se siente desprotegida
El encuentro terminó con un recorrido por el Archivo Municipal, un gesto más para alimentar la galería política, pero sin impacto alguno en los problemas reales. La presencia de funcionarios franceses y locales reforzó esta imagen de espectáculo, que contrasta con la urgencia que viven miles de poblanos que ven afectada su calidad de vida por la inseguridad y la falta de servicios básicos.
En síntesis, mientras la violencia y la percepción de peligro aumentan en Puebla, el alcalde prefiere proyectar una imagen internacional antes que asumir su responsabilidad en el territorio que gobierna.