Cada 5 de mayo, México recuerda la Batalla de Puebla, un enfrentamiento que, pese al paso del tiempo, continúa despertando interés por los detalles que rodearon aquella histórica jornada de 1862. No se trató solo de una victoria militar, sino de un momento que reafirmó el espíritu de resistencia frente a un invasor considerado invencible.
Aunque el contexto histórico es ampliamente conocido, existen datos menos difundidos que dan otra perspectiva a este acontecimiento y que siguen causando asombro.
Batalla de Puebla: Una lucha con desventaja numérica y política
El ejército mexicano, comandado por Ignacio Zaragoza, contaba con escasos recursos y apenas 2,000 hombres, muchos de ellos indígenas y campesinos que empuñaron las armas por convicción. Enfrente, los franceses sumaban 6,000 soldados mejor equipados y con entrenamiento profesional. A esa amenaza se sumó un traidor interno: Leonardo Márquez, conocido por su brutalidad y apodado el “Tigre de Tacubaya”, quien respaldaba la causa francesa desde dentro del país.

Un trío de héroes con un mismo nombre
La Sierra Norte de Puebla aportó figuras principales al combate. Tres comandantes con el nombre Juan: Juan Nepomuceno Méndez, Juan Crisóstomo Bonilla y Juan Francisco Lucas, lideraron el 6º Batallón de esa región. Su actuación fue decisiva y ha pasado a la historia como ejemplo del coraje regional que impulsó la defensa del territorio.
El 5 de mayo, también fiesta en EE.UU.
Pocos saben que esta conmemoración tiene un gran peso al norte del país. En Estados Unidos, el “Cinco de Mayo” es una fecha celebrada por millones, especialmente entre la comunidad mexicana. El festejo nació en Texas, estado natal de Zaragoza, y con los años se transformó en una celebración identitaria que incluso marca picos de consumo de productos como el aguacate.
Antes de Puebla, el primer choque ocurrió en Veracruz
Días antes del famoso combate en Puebla, mexicanos y franceses se enfrentaron en las Cumbres de Acultzingo, en territorio veracruzano. Ese episodio, menos recordado, fue clave para ralentizar el avance del ejército europeo hacia el centro del país.
Seis horas que marcaron la historia
Según los reportes de Zaragoza enviados a la capital, la Batalla en Puebla se resolvió en apenas seis horas. Bastó ese tiempo para que un ejército subestimado cambiara el rumbo de la historia, demostrando que la valentía y la estrategia pueden más que la superioridad numérica.
Este 5 de mayo no solo se conmemora una victoria, sino una lección de dignidad, unión y coraje nacional. ¿Qué otros detalles desconocías de este capítulo histórico?