La irrupción de José Antonio Kast como finalista en la carrera presidencial de Chile confirma lo que varios países de América ya experimentan: el declive de la izquierda y el ascenso constante de la ultraderecha. Con el 24.1 % de los votos, el candidato demostró que su proyecto político tiene un respaldo creciente. Esto en un escenario en el que la ciudadanía exige firmeza y orden.
El abogado y líder del Partido Republicano competirá el 14 de diciembre contra la candidata Jeannette Jara. Será una segunda vuelta marcada por el choque frontal entre dos visiones completamente opuestas. Kast llega fortalecido: esta es su cuarta búsqueda de la Presidencia y, tras su desempeño en la primera vuelta, es la más cercana a concretarse.
José Antonio Kast buscará la presidencia de Chile
Para muchos votantes, el republicano representa el rompimiento definitivo con una izquierda. Su discurso conservador inspirado en Donald Trump y su postura crítica ante el progresismo tiene un efecto más poderoso que cualquier campaña tradicional. Varios expertos señalan que su estrategia está inspirada en tácticas exitosas del trumpismo, así como en las ideas de Javier Milei.
El también político Johannes Maximilian Kaiser celebró los resultados y ofreció su respaldo a Kast. Subrayó que Chile necesita un viraje ideológico capaz de combatir la corrupción, frenar los excesos del progresismo y recuperar la confianza en las instituciones.
El avance de la ultraderecha en Chile no es un hecho aislado, sino una señal de que el mapa ideológico del continente sigue girando hacia posturas más conservadoras.
