A partir de este 17 de noviembre, los panaderos de Puebla ajustarán los precios del pan debido al aumento en los costos de producción. El pan de dulce pasará de 6 a 7 u 8 pesos, mientras que la torta de agua subirá de 3.5 a 5 pesos.
La torta de manteca se mantendrá en 3 pesos, informó Juan Pérez Martínez, presidente de la Unión de Pequeños y Medianos Industriales del Pan (UPMIPAN).
El ajuste abarcará al menos 20 panaderías del gremio. Pérez Martínez explicó que los precios no habían cambiado en los últimos dos años y que los aumentos buscan equilibrar la rentabilidad de los negocios frente a la inflación de los insumos.
Costos de insumos impactan la producción
El principal motivo del aumento es el encarecimiento de los ingredientes. El huevo llegó a costar entre 42 y 49 pesos por kilo a principios de año, mientras que ahora se mantiene entre 36 y 37 pesos, con variaciones constantes. La harina tuvo aumentos moderados, con precios de 420 a 430 pesos por bulto, y los rellenos, coberturas y mermeladas superan los 50 pesos por kilo.
Pérez Martínez enfatizó que el aumento no busca trasladar pérdidas a los consumidores, sino garantizar que los panaderos puedan seguir ofreciendo productos de calidad y mantener sus negocios operando de manera rentable.

Precio del pan en Puebla: Comparación con supermercados y franquicias
Con los nuevos precios, los productos de pan artesanal se equiparan a algunos que venden supermercados como Bodega Aurrerá, donde conchas, orejas, rebanadas de mantequilla y tacos de piña rondan los 7 pesos. Sin embargo, franquicias como El Globo registran precios más altos, que van de 11 hasta 89 pesos, dependiendo del tipo de pan.
El gremio considera que este ajuste también ayuda a nivelar la competencia frente a cadenas y tiendas grandes, manteniendo la presencia del pan local y artesanal.

Impacto para los consumidores
Aunque los clientes enfrentarán un ligero aumento, los panaderos confían en que el sabor, la frescura y la calidad justificarán el cambio. El gremio también busca explorar alternativas que permitan estabilizar precios en el futuro, sin comprometer la operación de las panaderías ni la tradición que distingue al pan poblano.